Wagner, otro empresario de la región en los cuadernos de la corrupción

Carlos Wagner, detenido junto a otros empresarios y exfuncionarios por el supuesto pago de coimas, tuvo durante muchos años una relación cotidiana con la región. Su empresa, Esuco, construyó la estación china de observación del espacio lejano que se montó en el paraje Quintuco.

También gerenció la sociedad que ejecutó el “puente nuevo” entre Cipolletti y Neuquén, y que cobró durante 16 años entre 50 y 65 centavos de peaje por un trayecto de un puñado de kilómetros.

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Caminos del Valle era una sociedad entre Esuco y otras constructoras: Contreras y Bugwartdt. En 2010 acordó con Nación la rescisión del contrato que nunca se ejecutó del todo porque la empresa se fue sin terminar las obras comprometidas: el tercer puente y la Circunvalación de Cipolletti transformada en variante de la Ruta 22.

Comenzaron a cobrar peaje (65 centavos primero y 50 más tarde) en 1997.

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Cuando abandonó las cabinas de cobro, pasaban por allí 50.000 vehículos todos los días.

La adjudicación de la concesión se la dio el gobierno de Carlos Menem y bajo la administración de Néstor Kirchner el contrato se renegoció: le quitaron obligaciones de inversión a cambio de mantener el peaje en 50 centavos.

Esuco tuvo su tarea más compleja en el paraje Quintuco de Neuquén. Allí debió montar nada menos que la estación de observación del espacio lejano que la agencia china CLTC pudo instalar allí gracias a un acuerdo con la Conae y Neuquén.

La firma del empresario Carlos Wagner fue subcontratada por CHEC (China Harbour Engineering Company Ltd) para realizar los trabajos que demandaron más de tres años y unos 70 millones de dólares. Para la obra se emplearon a más de 200 trabajadores de las localidades vecinas.

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Durante los trabajos, la empresa tuvo varios problemas de retrasos a raíz de reclamos gremiales que hicieron peligrar su continuidad. Cuando las tareas estaban finalizando y se empezó a reducir el personal, la Uocra realizó cortes de ruta sobre el puente de la Ruta 40.