Arriaga y Rossi, en contra

BUENOS AIRES (ABA).- Los diputados rionegrinos Lorena Rossi y Julio Arriaga anunciaron, antes de la votación, que rechazarían el proyecto oficial de eliminación de las AFJP.

Ambos acordaron una postura común con el ex gobernador Felipe Solá para conformar un bloque propio -de unos ocho diputados- separándose así del Frente para la Victoria, con el que llegaron a sus bancas.

Solá anunciaría la ruptura del oficialismo de manera inminente, ya que la situación con el kirchnerismo parece insostenible, mientras del otro lado se especuló con expulsarlo del partido hasta que desde el gobierno pidieron cautela en un esfuerzo de contenerlo.

Los cambios que se hicieron al proyecto del Poder Ejecutivo -consideró Arriaga- «no son relevantes» y fueron presentados sin el debate necesario en una cuestión de tanta envergadura.

Arriaga y Rossi -quienes vienen manteniendo reuniones de acercamiento con Solá-, en el caso de la ley previsional que se estaba tratando en el recinto iban a proponer la constitución de una AFJP estatal que tendría la supervisión y el control directo del Estado.

La iniciativa contempla la opción de preservar cuentas individuales de capitalización, y es acompañada por otros legisladores del Frente para la Victoria como Enrique Thomas (Mendoza), Jorge Sarghini (Buenos Aires) y Beatriz Halak (Córdoba), entre otros.

También establece la devolución del 15% de los recursos coparticipables a las provincias, cedidos en 1992 para financiar el déficit que se producía en la Anses por la creación del sistema de capitalización de AFJP.

El resto de los representantes de Río Negro y Neuquén anticipó su voto afirmativo al proyecto oficial.

El titular del bloque de la Concertación, el neuquino Hugo Prieto, expuso en el recinto señalando que con la estatización de todas las jubilaciones, el Estado «recupera poder de decisión» y se termina con un «negocio escandaloso» de las AFJP con «riesgo cero».

También fustigó a quienes – desde el ARI y el PJ- durante la presidencia de Eduardo Duhalde votaron en contra de la capitalización y ahora se preocupan por la caja kirchnerista.