Bergoglio obtuvo la suma del poder eclesial

Actualizado a las 20:18

BUENOS AIRES (DyN) – El cardenal Jorge Bergoglio alcanzó hoy la suma del poder eclesial, al ostentar los cargos más altos en la estructura de la Iglesia local: Arzobispo de Buenos Aires, primado de la Argentina y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. El purpurado porteño ratificó fronteras adentro su creciente prestigio internacional, ganado en el cónclave que eligió al sucesor de Juan Pablo II y en el reciente Sínodo de los Obispos.

Bergoglio es el hombre fuerte de la política episcopal y, aunque no lo demuestre públicamente, es un gestor permanente de espacios de encuentro con los responsables de la cosa pública. El teléfono de su despacho suena constantemente para atender a los personajes más fuertes del quehacer político, aunque no consiguió juntarse todavía con el presidente Néstor Kirchner. Una deuda pendiente entre ambos que se agudizó el 25 de Mayo pasado, cuando el primer mandatario decidió celebrar el tedeum en Santiago del Estero y no en la catedral metropolitana, como marca la historia.

Según se dijo entonces para evitar un pronunciamiento crítico a su gestión. La designación de presidente no diluye su proyección internacional, por lo que se sigue hablando de un posible acceso a la Secretaría de Estado o tal vez a otro puesto de relevancia en la Santa Sede. Dentro del Episcopado encabeza el grupo que prefiere mantener una prudente distancia del poder político, no calla a la hora de las injusticias, y asume como propia la opción preferencial por los pobres. Coincide además con aquellos que deploran las consecuencias negativas de la globalización, adhiere a los pedidos de alivio de la deuda externa, y embiste contra la “tiranía de mercados”. Su posición favorable a cerrar las heridas del pasado es cuestionada por grupos de derechos humanos, que también objetan su actuación durante la última dictadura militar.

El cardenal Bergoglio es, además, un defensor de la educación como motor del cambio, del compromiso político de los laicos y cuestiona los padecimientos de los “extremos de la vida”: niños desamparados y ancianos olvidados. Vive de forma austera en un pequeño departamento en la curia metropolitana, frente a Plaza de Mayo, y rechaza mudarse a la residencia arzobispal de Olivos. Prefiere tomar subte, que usar el auto oficial. El mate lo acompaña siempre y es simpatizante de San Lorenzo.

El cardenal Bergoglio nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936 y fue ordenado sacerdote en la Compañía de Jesús el 13 de diciembre de 1969. Tras ser elegido obispo auxiliar de Buenos Aires el 20 de mayo de 1992, el Papa lo nombró arzobispo coadjutor de Buenos Aires 3 de junio de 1997 para suceder al cardenal Antonio Quarracino, por lo que asumió al morir éste el 28 de febrero de 1998. Fue designado cardenal el 21 de febrero de 2001, por lo que se convirtió en el primer jesuita argentino en alcanzar el capelo púrpura.

En la Santa Sede es miembro de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, de la Congregación para el Clero, de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica, y del Consejo Pontificio para la Familia.


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