Buscando al estúpido

La semana en Roca

El Nobel de Literatura en 1925, George Bernard Shaw, escribió alguna vez que «cuando un hombre estúpido hace algo que le avergüenza, siempre dice que cumple con su deber».

Varios miles de kilómetros al sur de la Dublin natal de Shaw, y 53 años después de su muerte, en esta ciudad indefectiblemente alguien deberá decir durante las próximas horas que está cumpliendo con su deber, a partir del mandato de la Carta Orgánica.

Lo hará avergonzado, sabiendo que respetar la norma madre de los roquenses lo someterá a un papelón en público.

Y entonces, cuando aparezcan las palabras, se sabrá quién lleva la carga de ser «el estúpido» que defiende una incoherencia.

Este es el escenario planteado desde que se presentó el proyecto de resolución en el Concejo Deliberante roquense para realizar la audiencia pública que permitirá a los vecinos opinar sobre el Presupuesto 2003.

¿Opinar? ¿Para qué? ¿Sobre qué?

Si tan respetuosos piensan ser con la comunidad, abriendo las puertas del recinto legislativo «para que los vecinos puedan expresarse abiertamente» sobre las previsiones contables, ¿por qué no empiezan cumpliendo con todos los artículos previos al que fija la audiencia pública en la Carta Orgánica?

Una autoridad municipal debería saber que el artículo 67 reza: «Si al comenzar un ejercicio no estuviera sancionada la Ordenanza Presupuestaria para el período se considerará automáticamente prorrogado el ejercicio anterior». ¿Es legal aprobar un nuevo presupuesto cuando ya comenzó el ejercicio?

El artículo 68 asegura que el presupuesto «es el instrumento institucional de control de las cuentas municipales» y debe garantizar los principios de anualidad, unidad, universalidad, equilibrio, especificación, publicidad, claridad y uniformidad». ¿Qué pasa si no se cumple tan sólo con uno de ellos? ¿Mantiene su validez?

El artículo 70 establece que hasta el 1 de septiembre de cada año el intendente presentará al Concejo el presupuesto del subsiguiente año legal. En Roca no sólo se presenta luego de esa fecha sino que -como en diciembre pasado- el Ejecutivo lo retira del Legislativo a su antojo. ¿No existen instrumentos que hagan cumplir con la letra de este artículo?

Muchas preguntas que alguien debería responder para entonces sí llegar al artículo 71, que regula las audiencias públicas.

La fecha propuesta -que posiblemente se apruebe en la sesión de mañana- es el 5 de mayo. Exactamente cuatro meses y medio después del 20 de diciembre indicado por el artículo 73 como plazo máximo para que el presupuesto del año venidero quede aprobado.

Teniendo en cuenta el antecedente de la audiencia pública de 2000, cuando poco se supo de las respuestas obligatorias a los vecinos que hicieron propuestas, y la habitual velocidad del cuerpo para analizar expedientes y elaborar dictámenes, puede ser -con suerte- que antes del 20 de diciembre próximo aprueben el presupuesto… pero del año que termina.

Los roquenses han soportado ya muchas faltas de respeto a las normas. Entonces por qué no dejar de mirar atrás sobre lo que ya no es trascendente para de una vez por todas comenzar a resolver lo realmente importante.

Por eso la convocatoria a «opinar» suena a burla.

Y cuando de risas sobre el más débil se trata, nada mejor que un bufón para asumir el costo de presentarse ante el público y desarrollar el guión.

Por el momento, el traje está vacío.

Claro, ser bufón significó para muchos ser el estúpido útil de los reyes y ese es el precio que en Roca nadie quiere pagar.

Hugo Alonso

halonso@rionegro.com.ar


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