Celebraron carnaval con un paseo en canoa por el río y el lago Pulmarí

El verde profundo de la vegetación que rodea el paisaje se mete por los ojos y recorre el alma de los palistas. Los remos se hunden en el agua cristalina y el esfuerzo se recompensa con la postal paradisíaca que ofrece el paseo. La experiencia, única y digna de ser disfrutada hasta el último segundo, reunió a un grupo de entusiastas que decidió festejar el carnaval de una manera diferente: navegando en canoa por el río y el lago Pulmarí.

La idea surgió de la Corporación Interestadual Pulmarí y enseguida encontró eco en la gente. Es que cada vez son más los que eligen disfrutar de los bosques, los cerros y la fauna de la cordillera en su estado natural.

Los aventureros que se sumaron a esta actividad experimentaron la calidez del agua, el avistaje de aves, flora y la historia y los personajes de la zona.

Fue un paseo con remos rodeado de un paisaje único, con una parada en la antigua casa de la familia inglesa Miles, y que finalmente terminó con un exquisito almuerzo con cordero al asador en el camping El Fátima. Para evitar la dispersión del alga didymo en los recursos naturales, antes y después de realizar la actividad, se realizó la desinfección de los botes que participaron del evento.

Navegar sobre el río y el lago Pulmarí para acercarse a la fauna y flora, recorrer sus paredones y rincones más bellos y comprender mejor la cuenca que conforma este lago y el Nompehuén sobre el río Pulmarí fue una experiencia inolvidable. “El Pulmarí, es de origen glacial, y es más bajo con respecto a otros lagos, por lo que su temperatura es más cálida y sus aguas tranquilas permiten navegar de manera segura y disfrutando en familia”, comentó Eduardo Contreras, guía de la actividad.

Durante la travesía hubo una parada en la unión del río y el lago para descansar y apreciar la zona desde las canoas. La segunda parada se realizó en la histórica casa de verano de la familia inglesa Miles, que durante los años 30 fueron los primeros dueños de la estancia Pulmarí (variación de lingüística de “Punmay”), que en ese entonces contaba con 67.000 hectáreas.

“Todos los miembros de la familia se reunían aquí. Una de las anécdotas de esos años y de la familia es que para la cena todos utilizaban sus trajes de frack y vestidos de lujo para cenar”, reveló la organizadora de la corporación Yamila Cabello.

Luego en años de la presidencia de Perón esta estancia pasó a manos del Estado nacional para luego formar parte del actual territorio de la Corporación Interestadual Pulmarí.

Luego de unas 3 horas de navegación por 6.5 km de recorrido un buen almuerzo patagónico esperaba a los aventureros para recuperar energía.