Cómo serán los viajes en micros de larga distancia
Cada servicio tendrá una cantidad máxima de pasajeros acotada. Qué pasa con el catering y las comodidades.
Las reglas dentro de los ómnibus cambiarán radicalemente.
Desandar la parálisis del transporte terrestre de larga distancia que se extendió durante más de siete meses “es algo complejo”, pero varias empresas empezaron esta semana a dar los primeros pasos y la evaluación es “muy satisfactoria”, aseguró el director Ejecutivo de la CNRT, José Arteaga.
Arteaga dijo que en los últimos días ya se cumplieron servicios que vincularon a Buenos Aires con Mendoza, Córdoba y Jujuy, aunque el tráfico todavía es muy limitado porque sólo pueden viajar trabajadores de actividades esenciales y personas bajo tratamiento médico.
La provincia de Río Negro propuso que el servicio se reestablezca con tres ejes: Viedma, Alto Valle y Bariloche.
“Esto recién empieza -señaló-. Hasta ahora no hubo ningún contratiempo”.
El funcionario dijo que estuvo la semana pasada en un punto clave de ingreso a la ciudad de Buenos Aires donde “regularmente había un flujo de 1.200 unidades por día y ahora no pasan de una decena”.
Señaló que las empresas comienzan a ofrecer servicios “según la demanda” y deben cumplir estrictos protocolos. La “trazabilidad” de los pasajeros es el término clave de la nueva modalidad de prestación. Significa que la empresa debe llevar registro estricto de cada pasajero, para en caso de contagio posterior poder ubicar y aislar a quienes viajaron en el mismo colectivo.
Arteaga dijo que la reapertura es para los servicios regulares, pero durante toda la cuarentena hubo cientos de viajes especiales de “repatriación” y los trabajadores del transporte “son los que más riesgos corrieron en materia sanitaria, después de los trabajadores de salud y de seguridad”. Aseguró que esos servicios “permitieron que 35.000 personas volvieran a sus lugares de origen entre marzo y junio”.
Indicó que la vuelta a la normalidad “va a ser gradual y muy controlada” y que la etapa actual está orientada a favorecer las conexiones en la temporada turística de verano, “siempre que la situación financiera lo permita”. Por ahora no hay fecha para permitir viajeros con esa finalidad.
La regulación adoptada por la CNRT permite ocupar las butacas en porcentajes que van del 60 al 80%. Las empresas sólo pueden vender hasta 37 pasajes en los servicios semi cama, 26 en los servicios cama ejecutivo y 18 asientos en colectivos “cama suite”.
Según el funcionario, el distanciamiento está asegurado de esa forma y los choferes fueron instruidos para manejar situaciones en el caso de que algún pasajero presente síntomas de coronavirus. Dijo que no se permiten servicios de catering ni entrega de almohadas, mantas o material de lectura.
El pasajero puede llevar sus implementos, incluida una vianda. Sobre el precio de los pasajes, Arteaga dijo que “no se modifican y son los que regían en marzo”. Señaló que las empresas no fueron autorizadas a trasladar mayores costos y que la diferencia se cubre “con subsidiariedad”.
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