Con custodia policial
Tras las amenazas con armas de fuego recibidas por parte de los barra bravas del club, el plantel de San Martín de Tucumán se entrenó ayer por la mañana a puertas cerradas y con una fuerte custodia policial.
A su vez, el secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados, Sergio Marchi, viajó hacia Tucumán con el objetivo de reunirse con los futbolistas para analizar los pasos a seguir.
El equipo dirigido por Carlos Roldán, quien también fue objeto de las amenazas de los barras, se entrenó con la presencia fija de un patrullero con tres policías y de una camioneta con cuatro efectivos que estuvo un rato en la puerta del predio y luego se retiró.
El miércoles, luego del entrenamiento del equipo, un grupo de 50 barra bravas amenazó al plantel con armas de fuego, realizó disparos al aire y dejó balas sobre los autos de los jugadores a modo de mensaje intimidatorio.
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