Con el gol en la boca

Racing generó tanto como para golear a Chicago, pero falló todas y apenas empató en Mataderos.

DyN

Bou tuvo una tarde errática y Racing dejó pasar una buena oportunidad de trepar en las posiciones.

Con la tranquilidad de estar ya en los octavos de la Copa Libertadores y con un equipo plenamente titular, Racing mostró en Mataderos amplia superioridad en el juego sobre Nueva Chicago, al punto que tuvo una decena de chances clarísimas para marcar, pero todas las desaprovechó y se marchó con el escaso rédito de un empate a cero. Además de las fallas en las definiciones de sus delanteros, gran mérito tuvo el arquero Alejandro Sánchez, otra vez figura, al igual que la noche del domingo anterior, responsable de otro cero en La Bombonera. En el debe, Chicago sigue sin ganar desde que volvió a Primera División y está hundido en la tabla de promedios. Y Racing, dejó pasar la posibilidad de acercarse al lote que comanda el torneo. La Academia pudo irse con una goleada al descanso porque al menos seis chances clarísimas tuvo para abrir el marcador, pero sus dos figuras de ataque, Diego Milito y Gustavo Bou, por hache o por be no acertaron. La defensa de Chicago fue por momentos una puerta abierta para los ataques de Racing. En la primera jugada clara, a los 10 minutos, Racing tuvo dos posibilidades, porque en un córner desde la izquierda, Bou se anticipó a los defensores y el cabezazo puso la pelota en el travesaño. En el rebote el cabezazo frontal de Milito, agarrado por un defensor, encontró en el camino la espalda de su compañero Castillón. Era penal contra Milito pero lo lógico fue dar ley de ventaja, como hizo Germán Delfino. Después Rodrigo Espíndola le tapó sobre la línea un remate poco franco de Milito tras otro centro. También hubo lugar para la jugada preparada en un tiro libre de Camacho que desde la derecha se la puso con trayecto totalmente franqueado a Milito, quien levantó la pelota por demás. Bou tuvo dos, una con una corrida tras un error de salida de Arias y luego cuando desvió un centro perfecto de Camacho desde la izquierda. En el segundo tiempo entró Brian Fernández por Castillón con mala fortuna al punto de perderse cuatro goles, insólitamente tres en la una misma jugada, en la que el arquero Sánchez terminó de erigirse en el protagonista más valioso en el cotejo. Primero fue un pase de Bou que Fernández erró para definir pero en al minuto 23 bien puede tomarse como un blooper, porque primero quiso definir por encima del arquero, que se la manoteó, y en la vuelta volvió a taparle Sánchez, la pelota salió hacia la izquierda, Bou la devolvió al medio y con el arco solitario, el ex Defensa la mandó por encima del travesaño. Chicago contó, sobre el final, con un par de remates de larga distancia, uno de ellos que Saja sacó al córner con esfuerzo, y que quedó como la pelota que bien pudo terminar con la racha sin victoria en un partido en que pudo haber sido goleado.


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