Para Neuquén los niños son prioridad: tres espacios para las infancias inaugurados en tiempo récord
En sólo dos semanas, la provincia inauguró dos escuelas infantiles y un jardín de infantes, en una muestra concreta de que la educación inicial también es prioridad de la gestión. Con inversión provincial y tras recuperar obras abandonadas por Nación, el gobierno neuquino apuesta a la primera infancia como base del futuro.
Un barrio, una familia y la sonrisa de los más chicos entrando a un edificio nuevo. Esa escena se repitió en distintos puntos de la provincia durante las últimas dos semanas, cuando el gobierno neuquino inauguró tres espacios para las infancias en apenas 14 días.
La última apertura fue la del Jardín N° 88 en el barrio La Sirena de la ciudad de Neuquén, un edificio pensado a escala de los niños y niñas. Con seis salas, SUM, espacios de juego y ambientes accesibles, el edificio representa mucho más que ladrillos: es el lugar donde empieza la igualdad de oportunidades.
Educación inicial en el centro de la escena
El gobernador Rolando Figueroa insiste en que la primera infancia es el momento más importante en la vida de una persona. Por eso, su gestión decidió no esperar transferencias nacionales, que no llegaron, y reactivar con recursos provinciales obras que habían quedado abandonadas. Así ocurrió con el Jardín 88, que fue retomado tras quedar paralizado y se terminó gracias a una renegociación con empresas y trabajadores neuquinos.

La ministra de Educación, Soledad Martínez, destacó que estos jardines son parte de una política que no se queda en el discurso: “Los jardines de infantes han tenido en este gobierno una prioridad central, con partidas inéditas para material didáctico, refrigerio y comedor. Hoy, los chicos y chicas pueden aprender en un espacio diseñado especialmente para ellos”.
Un modelo educativo con una mirada distinta
Las escuelas infantiles y el jardín inaugurados en estas dos semanas permitirán dotar de espacios propios y adecuados a salas que funcionaban en escuelas primarias y ofrecer a los niños un lugar propio, adaptado a sus necesidades. Cada metro cuadrado del nuevo edificio está pensado para la estimulación temprana, la creatividad y el desarrollo de habilidades desde los primeros años.

A la vez, la política educativa neuquina complementa la infraestructura con programas de acompañamiento como las Becas Gregorio Álvarez, los equipos de apoyo pedagógico y la inversión en salarios docentes por encima de la media nacional, con actualizaciones trimestrales por IPC.
La secretaria de Obras Públicas, Tanya Bertoldi, resumió el espíritu de la gestión al inaugurar el Jardín 88: “Era un edificio abandonado, que ahora se convierte en un lugar lleno de vida. Gracias a la decisión política de priorizar la educación, cientos de familias de La Sirena tendrán un espacio donde sus hijos e hijas comienzan su camino escolar”.
Un barrio, una familia y la sonrisa de los más chicos entrando a un edificio nuevo. Esa escena se repitió en distintos puntos de la provincia durante las últimas dos semanas, cuando el gobierno neuquino inauguró tres espacios para las infancias en apenas 14 días.
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