Después de 13 años, Gimnasia volvió a ganar el clásico platense: venció 2-1 a Estudiantes

Y un día el Lobo le puso fin a la mala racha. No vencía al Pincha desde el 2010 pero este domingo en el Bosque, la alegría fue sólo tripera.

Gimnasia rompió el maleficio. Tuvieron que pasar 18 clásicos a lo largo de 13 años para que el Lobo volviera a festejar en derby platense ante Estudiantes, el rival de toda la vida. Fue 2-1 para el Tripero, dio vuelta el resultado ya que el Pincha fue quien se puso en ventaja apenas comenzado el juego.

El Lobo no le ganaba al Pincha desde el 3 de febrero del 2010 cuando lo superó 3-1 en el Bosque con dos goles de Denis Stracqualursi y otro de Juan Cuevas.

Con este resultado, Gimnasia llegó a los 8 puntos e igualó la línea de Estudiantes en la tabla.

En el Bosque, de entrada, el que golpeó primero fue el Pincha. Cuando se jugaban a penas cuatro minutos, Pablo Piatti se movió rápido a la salida de un lateral por la derecha y asistió a Mauro Boselli, que definió sin problemas ante el achique de Tomás Durso.

A partir del cuarto de hora, el Lobo se fue encima del Pincha en busca del empate y lo tuvo con Tarragona primero y Domínguez después con un zurdazo que se fue apenas afuera. Mariano Andújar, el arquero del Pincha, también era responsable del triunfo parcial de su equipo ya que le sacó un disparo con destino de gol a Felipe Sánchez a los 31′.

El primer tiempo del clásico dejó también la insólita expulsión de Chirola Romero, el DT de Lobo, por su intento de participar en una jugada. Correcta decisión del árbitro Tello.

En el comienzo del complemento, el Lobo, que había presionado por el empate en la parte final del primer tiempo, siguió siendo más. Benjamín Domínguez armó una gran jugada por izquierda, que fue desactivada por Mariano Andújar. La jugada terminó con un lateral que el Lobo apuró y terminó con un centro de Maxi Comba para el cabezazo limpio de Alan Lescano.

Gimnasia siguió marcando el ritmo del partido y llegando a los 36′ lo bajaron a Eric Ramírez en el área y Tello no dudó. Penal para el Lobo y la posibilidad de dar vuelta la historia. Luego de muchas idas y vueltas y debates en el área, Cristian Tarragona se hizo cargo de la pena y la clavó en el ángulo para el 2-1 y desatar la postergada fiesta de Gimnasia en el clásico.



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