Discapacidad y sexo, muchos mitos para desterrar

Circulan varios mitos y estereotipos en torno a la sexualidad de las personas con discapacidad que son capaces de mermar drásticamente la expresión de su sexualidad. Algunos dicen cuestiones como que:

* Las personas con discapacidad son asexuadas

* El impulso y deseo sexual, en la discapacidad, está apagado.

* Las personas discapacitadas no se interesan en las relaciones sexuales.

* Los padres discapacitados son una carga para sus hijos.

* Una institución no es un lugar para las relaciones sexuales

* La mujer discapacitada está libre de ser agredida

* Las personas con discapacidad, en su mayoría no pueden tener relaciones sexuales normales.

* Todos los discapacitados mentales poseen exacerbados los impulsos sexuales

* Las personas con discapacidad, en su mayoría, pueden tener hijos enfermos.

* Una persona normal no se puede interesar sexualmente por un discapacitado.

Para desterrarlos, debatirlos y comprender en verdad como es la realidad es que el próximo 14 y 15 de setiembre se realizarán unas jornadas en Roca con especialistas de prestigio y performance internacional, que expondrán sus saberes a quienes asistan a la sede de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNC, en esta ciudad.

Variaciones sexuales, «normalidad», diversidad y parejas y afectivas y sexuales son algunas de las temáticas que se abordarán a propósito de analizar la relación entre sexualidad y capacidades diferentes.

Incomodidad

«En conjunto estas creencias y estereotipos que corren demuestran lo incómoda que se siente nuestra sociedad ante la idea de considerar a las personas con discapacidad como seres con intereses sexuales. El objetivo de estas jornadas es contribuir a desmitificar; la sexualidad

está rodeada de mitos y la discapacidad de más mitos aún. Creemos que es necesario informar, reflexionar en la temática como una forma mas de contribuir a la integración de las personas con discapacidad», sostuvo el doctor Mario Mas, uno de los organizadores de este encuentro en la UNC-Roca.

«En pleno siglo XXI, parece mentira, pero aún cuesta aceptar que todos, absolutamente, somos seres sexuados y, por ende, con necesidades y expectativas sexuales a satisfacer. Las personas con alguna discapacidad no son la excepción. Desde la terminología utilizada: la historia para referirse a las personas con algún tipo de discapacidad, deficiencia o minusvalía, ha ido variando y evolucionando, paralelamente a la tecnología aplicada a la rehabilitación y a la relación de la sociedad con sus miembros. Debemos desterrar la costumbre de hablar de «personas discapacitadas», pudiendo en cambio hablar de personas con discapacidad, una Clasificación Internacional del Funcionamiento de la Discapacidad y de la Salud (CIF) que es un instrumento útil para nuevas políticas sociales», argumentó el profesional de la salud, especializado en sexualidad.

La mayor discriminación

«En general cae la mayor discriminación en el terreno de la sexualidad en aquellos que tienen trastornos neuro-locomotores, es decir aquellos que tienen menor posibilidad de vida independiente, en tanto los que tienen trastornos visuales y auditivos tienen menores posibilidades de restricciones en su viuda erótica», acota.

Concluyó afirmando que «desafortunadamente, nuestra cultura no le proporciona a las personas con capacidad diferente el material educacional sobre sexualidad que se necesita para permitirles que aprendan sobre sí mismos y la forma de enfrentarse al mundo que los rodea. Así, muchos individuos en dicho estado aprenden poco sobre sí y poseen poca información, en muchos casos errónea, respecto de sus posibilidades en materia de sexualidad».

Es justamente por estas cuestiones que concitan tanto interés estas jornadas de la semana próxima. (H. L)