«El Clavo» Sandoval ya está en tierra firme

ROCA (AR).- Casi dos días después de trepar los 33 metros que separan el suelo de la alcaidía roquense con la parte más alta de un tanque de agua, Orlando «El Clavo» Sandoval, decidió abandonar su particular protesta sobre el mediodía de ayer.

El detenido por la masacre en el laboratorio ocurrida el 23 de mayo pasado en Cipolletti, bajó luego de asegurarse que podría hablar con la prensa y con el secretario de Seguridad y Justicia de Río Negro, Rolando Martín.

Mientras tanto, un grupo de presos alojados en el cárcel de encausados aprovechó la presencia del funcionario para entregarle un petitorio reclamando mejores condiciones para la unidad de detención.

Martín viajó desde Viedma a esta ciudad para conversar con Sandoval y su abogado, Eves Tejeda. Una vez en tierra firme, «El Clavo» también reclamó el fin para su procesamiento por la violación de un menor, cuya denuncia se efectuó más de un año después del presunto hecho.

«Yo caigo por el triple crimen y me preguntan si lo conocía. Yo no sabía quién es. Lo conocía así nomás. Sabía porque él me había dicho que era homosexual y yo le dije que me gustaban las mujeres, o sea le corté el rostro. Un año después me acusan de violación», explicó Sandoval.

A la espera de una nueva resolución luego de la segunda indagatoria, «El Clavo» se quejó porque «los jueces se basan en su libre convicción, que les permite tildar de asesino o violador a cualquier persona».

Según indicó, los funcionarios que después se reunieron con él se comprometieron a eliminar el artículo que permite hacer eso a los jueces.

Sobre su participación en la masacre de Cipolletti dijo que la noche del 23 de mayo le llamó la atención «la gran cantidad de patrulleros y ambulancias que había. Fui a ver qué pasaba y cuando quiero salir de ahí me siguen, me dejan avanzar tres o cuatro cuadras y me detienen en la Pacheco, pero yo no tengo nada que ver con nada».

Consultado si conocía a David Sandoval de épocas anteriores al triple crimen dijo no tener «ni idea de quién es. Capaz que lo pueden estar engarronando igual que a mí».