El cuarteto Petrus en el cierre de Armonicus

Con la actuación del Cuarteto Petrus, dirigido por el violinista Pablo Saraví, culminó el pasado martes la temporada 2010 de Conciertos de Armonicus de Neuquén. Fue una sesión de alto nivel camarístico en la que el ensamble deleitó con obras de Mozart, Mendelssohn y Ravel. El concierto, que fue patrocinado por “Fundación YPF”, tuvo el placer adicional de poder constatar la naturalidad y espontaneidad del grupo para encuadrar el estilo con la atmósfera de sonidos y matices adecuados de cada composición. Comenzó con el “Adagio y Fuga en do menor”, que Wolfgang Amadeus Mozart escribió guiado por la admiración que sentía por la obra de Bach. El cuarteto integrado por Pablo Saraví y Hernán Briático en violines, Silvia Alvarez en viola y Gloria Pankaeva en chelo, hizo una versión delicada y bellamente proporcionada de esta obra. Le siguió el hermoso Cuarteto Op. 44 Nº 1 de Felix Mendelssohn donde los músicos asumieron cabalmente el lirismo, el tono intimista y el diálogo entre los instrumentos. El violín de Saraví tuvo en el “Andante” gran fluidez melódica, que permitió acentuar aún más el rigor formal y equilibrio de la pieza. En la segunda parte, se escuchó una de las obras maestras del género: el Cuarteto en fa Mayor de Maurice Ravel. El grupo sacó a relucir las sonoridades típicas del autor, alternando con el perfecto mecanismo de pianísimos y los pasajes melódicos y agitados. El cuarteto hizo gala de sus respectivas capacidades individuales, así como también en haber realizado un estudio eficiente en la preparación de esta composición que requiere la amalgama, no sólo de tipo técnico, sino también conceptual y la cuota de unidad espiritual que provoca una música única. A manera de agradecimiento por los aplausos del público, el cuarteto ejecutó un movimiento, denominado “Romántico” de José Bragatto, que se convirtió en un broche de oro del concierte de cierre de la temporada 2010 de Armonicus.

Juan Carlos Tarifa jctarifa@yahoo.com.ar