El «Flaco» no cambia

Juan María Traverso está lejos de modificar su actitud con respecto al resto de los pilotos y ayer, luego de quedar afuera de la primera competencia, no dudó en calificar como «pavo» a Oscar Canela.

«Esto me pasa por largar tan atrás, donde están todos estos pavos», expresó el «Flaco» al bajar de su Mitsubishi Lancer en los boxes después de un toque con el VW Polo del «Cachi» Canela.

Y antes de largar la segunda carrera, aportó otra «perlita». El más ganador en Roca, a los gritos, les pidió a sus mecánicos que «vayan al lado del auto de Furlán (su compañero de equipo), ése es el que anda. Acá no tienen nada que hacer».

¿Otro Chevrolet?: Tu- lio Crespi confirmó su intención de presentar un nuevo Chevrolet Vectra en la próxima temporada del TC-2000, aunque no adelantó cuál será el piloto que se incorporará a su equipo.

«Estamos analizando la posibilidad de incorporar un nuevo Vectra, porque no se puede trabajar con un auto. Es clave tener dos para realizar las pruebas», comentó Crespi.

Para cumplir con este objetivo, Crespi confirmó que ya fueron probados en el autódromo de Balcarce siete pilotos, aunque señaló que recién a fin de año se conocerá el nombre del segundo corredor de Che-vrolet Vectra.

Bessone ya habla de lo que se viene

Entre carrera y carrera del TC-2000 tuvo tiempo de disfrutar por momentos con la actuación de sus hijos en las pruebas de las monomarcas. Pero Ernesto «Tito» Bessone también tuvo tiempo para hablar de su futuro en el TC-2000 y se mostró muy entusiasmado con la posibilidad de incorporarse a Toyota en la próxima temporada.

«Tengo mucho entusiasmo con el proyecto de Toyota, pero no depende de mí sino de cuando puedan poner en marcha el proyecto», afirmó el.

«Tito» Bessone indicó que le «gusta el desafío» de poder integrar el equipo Toyota, aunque aclaró que tampoco le desagradaría continuar en Chrysler, porque se trata de «dos marcas importantes».

«Las próximas semanas serán decisivas», apuntó Bessone.

Gran respuesta del público

Una gran convocatoria tuvo el TC-2000 en el autódromo roquense. Desde muy temprano ya se podía palpitar que la concurrencia iba a ser importante, pero al final de la jornada se tuvo la certeza que el desafío que encaró la AVGR tuvo el resultado esperado.

Más de cinco mil boletos cortados y algo más de siete mil aficionados demostraron la vigencia del TC-2000.

Dio gusto ver el autódromo roquense rodeado de mucho público, y eso que los integrantes de la CDA no dejaron utilizar la tribuna que está a la salida del curvón por razones de seguridad.

Acierto: Al final de cuentas y con pruebas a la vista, la demolición de la vieja torre de control que se encontraba en la zona interna del circuito terminó siendo un acierto. Ahora, sin esa estructura en torno de la cual se instalaban móviles de transmisiones radiales y televisivas, la visión de lo que sucede en la pista es mucho mejor.

«Marche un choripán…»

Los kioscos funcionaron a pleno y desde hora bien temprana. Ya a media mañana, el humito de las parrillas comenzaba a ganar el ambiente, con un aroma que invitaba a tirarse de cabeza en procura de una hamburguesa o un choripán.

Cerca del mediodía, el olorcito que había ya no era el del combustible quemado, sino de los asados que estaban en plena preparación por todos lados.

De la atención de los kioscos que funcionaron en el autódromo se encargaron colaboradores de entidades amigas de la AVGR, que de esta forma no sólo colaboraron sino que a la vez obtuvieron recursos.

Todo igual: Si el viernes se había comentado de algún resquemor en el plantel de particulares del TC-2000 por un amago de recorte en la prima de partida (de 3.000 pesos se la iba a bajar un 50 por ciento), todo eso parece haber quedado en la nada. Así lo indicó el preparador Tulio Crespi, quien dijo que «el tema se arregló el sábado y hasta el final de este campeonato, todos seguirán recibiendo la misma cantidad de dinero».