El genial y enigmático Pep

Josep Guardiola cumple hoy 40 años entre elogios y récords. El futuro podría convertirlo en legendario, pero el enigmático entrenador del Barcelona todavía no anunció siquiera si seguirá en el puesto la próxima temporada. ¿Qué hará Pep? Esa es la pregunta que asoma en el Camp Nou cuando el fútbol y los éxitos del equipo se esfuman por un momento. “La verdad, no me imagino un Barcelona sin él”, dijo Messi la pasada semana. Se da por hecho que renovará una temporada más, como acostumbra y pese a los esfuerzos del presidente Sandro Rosell de atarlo para siempre como una suerte de Alex Ferguson, manager eterno del Manchester United. Pero Rosell quiere más, quiere que Guardiola sea en el Barcelona lo que Beckenbauer en el Bayern Munich: todo. “Algún día será presidente del Barça”, dijo el máximo dirigente. Por ahora, el técnico es joven para esa función. Y es que a pesar de los ochos títulos, apenas está en su tercera temporada como entrenador. ¿Y él qué dice? Nada. “No estaré aquí eternamente”, asusta a los barcelonistas e ilusiona a los madridistas. “Los resultados mandan en este trabajo”, afirma. Guardiola lleva dirigiendo al Barcelona 153 partidos con 112 triunfos, 28 empates, y 13 derrotas. Es decir, ha ganado o igualado el 91,50 por ciento de lo disputado. Y su equipo lleva 28 partidos seguidos sin perder entre todas las competiciones, récord histórico del club. Y ha vencido en los cinco enfrentamientos contra el Real Madrid, con goleadas que pasarán a los anales como el 2-6 de 2009 en el Bernabéu o el reciente 5-0 del Camp Nou. “Guardiola quedará en la historia, como Sacchi, Cruyff y Ferguson. Han dejado algo más, han creado un sistema de juego diferente de lo que existía, y además han ganado”, señaló Xavi. Pep profundiza el misterio, trabaja como de costumbre y goza su lucha con el Real Madrid de Jose Mourinho. “Os debemos una”, dijo el año pasado al celebrar la Liga. Esa cuenta es la Liga de Campeones que frustró el Inter de Mou, convertido ya en su némesis.

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