El gobierno avaló renuncia de jueza

En medio de las presiones de 'K' al tribunal por "el freno a las causas contra represores", una jueza presentó la renuncia y el presidente se la aceptó.

El presidente Kirchner aceptó la renuncia presentada por la juez Amelia Berraz de Vidal, integrante de la «sala militar» de la Cámara Nacional de Casación Penal a la que el jefe de Estado reprochó presuntas dilaciones en los juicios por crímenes de la dictadura del período 1976-83.

Kirchner firmó en las últimas horas el decreto mediante el que aceptó la dimisión de la magistrada, que dejará el cargo el primero de junio próximo.

El Senado dio acuerdo al nombramiento de Berraz de Vidal como camarista el 24 de marzo de 1993 y 14 años después, Kirchner exhortó públicamente al Consejo de la Magistratura a «proceder» contra cuatro jueces de Casación denunciados por demoras en los juicios a represores.

En el último aniversario del golpe de Estado que marcó el inicio de la dictadura militar, Kirchner embistió contra Casación, y el presidente de la Cámara, Alfredo Bisordi, salió a rechazar la «intromisión» de la Casa Rosada en los tribunales, lo que generó un conflicto en el que, incluso, intervino la Corte Suprema de Justicia para reclamar al gobierno «respeto a la honorabilidad e independencia judicial».

Aunque no figuró entre los jueces denunciados ante el Consejo, Berraz de Vidal renunció a la magistratura el 10 de abril pasado, en un clima de tensión entre el gobierno y la Justicia.

La camarista, que hará efectivo su alejamiento el 1ero. de junio, integra la sala IV de Casación, conocida como «sala militar» porque en ese tribunal tienen radicación numerosas causas por violaciones a los derechos humanos.

Con la salida de Berraz de Vidal, la sala IV quedará integrada por Gustavo Hornos y Ana María Capolupo de Durañona y Vedia, dos jueces que, al igual que Bisordi y Eduardo Riggi, afrontan una investigación que por ahora está en manos de la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura.

La juez, nacida en Santa Fe el 19 de octubre de 1928, justificó su dimisión en el deseo de tramitar la jubilación, pero lo cierto es que su decisión se produjo en un contexto de conflicto entre la administración de Kirchner y el Poder Judicial.

El alejamiento de la camarista producirá la primera vacante en Casación, un tribunal integrado por doce jueces, cuatro de los cuales fueron denunciados ante el Consejo a raíz de su intervención en los juicios a represores.

La Corte pidió «mesura» al gobierno y recordó que han sido puestos en marcha los mecanismos institucionales para investigar el desempeño de los camaristas. Pero Kirchner insistió en que «nadie nos va a prohibir opinar cuando notamos que la justicia se atrasa». (DyN)


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