El municipio de Bariloche reflotó el Consejo Social de Tierras

Después de casi un año, el Consejo Social de Tierras volvió a reunirse ayer por convocatoria municipal en un encuentro por zoom que sirvió de presentación para el nuevo presidente del Instituto Municipal de Tierras y Viviendas, Javier Giménez, y también para debatir sobre los alcances de la crisis habitacional y las posibles vías de solución.

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Además de Giménez y de los concejales que forman parte del Consejo (Julieta Wallace y Gerardo del Río), participaron representantes de una docena de organizaciones, que desde hace meses exigían la reactivación del Consejo, un espacio consultivo creado por ordenanza en 2006 pero de muy poca actividad durante la gestión del intendente Gennuso.

 El debate de ayer giró en torno a la falta de políticas claras para resolver la falta de tierra urbana accesible y hubo una ríspida discusión sobre la “judicialización” de las tomas. Giménez insistió en que debe formular en cada caso la denuncia penal porque es su obligación como funcionario. Las organizaciones le preguntaron dónde dice eso la ley (quedó en aclararlo en el próximo encuentro) y le pidieron que evite esa vía y que genere mesas de diálogo para solucionar los conflictos.

Le señalaron que las tomas son un emergente ante la falta de loteos sociales y otros planes del Estado para resolver la demanda habitacional.

Las organizaciones también pidieron que se declare la emergencia habitacional, tal como lo propone un proyecto de ordenanza que está frenado en el Concejo por el rechazo del oficialismo.

El presidente del IMTV presentó su plan de trabajo, con el que piensa otorgar prioridad a la regularización de tierras, la creación de suelo urbano y la aplicación de la Ley Pierri.

Según uno de los dirigentes que participó del zoom, Giménez reconoció que para descomprimir la situación de crisis hacen falta 2.000 lotes sociales en Bariloche y hoy el municipio no tiene ninguno.

 También se excusió en la falta de “recurso humano” para tener mejor nivel de respuesta y, por ejemplo, para depurar y transparentar el registro de demandantes.

 Bibiana Alonso, referente de la Fundación Gente Nueva, dijo que “lo positivo es que el Consejo se vuelva a reunir”, aunque lo ideal sería un esquema de encuentros presenciales. Aseguró que los dichos de Giménez causaron cierto enojo y algunos de los participantes “se desconectaron” antes del final.

 Señaló también que hubo posiciones enfrentadas sobre la “criminalización” de las tomas, que terminó sin acuerdo alguno.

 A los referentes sociales les quedó la sensación de que el municipio no asume del todo la gravedad del problema y sólo habla de planes de largo plazo y no de “soluciones inmediatas”. También hubo reproches a Giménez por desconocer instrumebntos como el Banco de Tierras.

 El funcionario valoró el encuentro pero aclaró que el Consejo es «consultivo» y no tiene capacidad de resolver.

 Alonso se quejó de que en el Consejo de Tierras no haya presencia de funcionarios de las áreas de Planeamiento y de Desarrollo Social, del municipio, como indica la ordenanza.

 Tomás Guevara, del centro de estudios Cietes-UNRN dijo que el Consejo debe servir como ámbito para “generar diagnóstico, seguimiento y evaluación de políticas públicas” y que esta gestión siempre lo eludió.

 Además de Gente Nueva y el Cietes estuvieron el MTE, la CTA Bariloche, el Frente de Tierra y Vivienda, dirigentes barriales de Virgen Misionera, Nuestras Malvinas, Frutillar Norte, Villa Llanquihue, la toma Manzana 287, Nueva Jamaica y el Observatorio del Derecho a la Ciudad.

 Durante la gestión del anterior presidente del IMTV, José Mella, todos los reclamos para que convoque al Consejo fueron desoídos, pero ahora Giménez parece haber cambiado de política y dijo que ahora habrá reuniones regulares. La próxima quedó programada para el martes 29.