El principito

Alonso logró su tercer triunfo en la temporada, luego de un final apasionante con Michael Schumacher.

Ferrari y Michael Schumacher resucitaron pero no consiguieron opacar al español Fernando Alonso, quien logró la mejor y más completa victoria de su campaña en un memorable Gran Premio de San Marino, que se disputó ayer en Imola. La actuación de Alonso tuvo inteligencia, capacidad de manejo, picardía, nervio y hasta un poco de suerte.“Creo que fue mi mejor victoria en Fórmula 1, porque fue diferente a todas las anteriores”, explicó el piloto de Renault. Alonso, segundo en la clasificación, aprovechó el temprano abandono del finés Kimi Raikkonen y giró en solitario hasta que al final aguantó con sobriedad los embates de Schumacher para sumar su tercer triunfo consecutivo y el cuarto de su campaña. Schumacher está aún lejos de la cabeza en el Mundial, pero Imola simbolizó a lo grande su resurrección y la de Ferrari. El alemán demostró por qué es siete veces campeón mundial de Fórmula 1 y enmendó con creces el error en la clasificación que lo relegó hasta la decimotercera posición en la largada. El “Kaiser” se lanzó a una furiosa remontada, y después de la primera recarga de combustible ya estaba tercero. El germano voló sobre el castigado asfalto del autódromo ‘Enzo y Dino Ferrari’ casi dos segundos más rápido que los dos pilotos que lo precedían, el británico Jenson Button y Alonso. Button cayó entre las garras del depredador, aprovechando en una chicana. Después de la segunda entrada en boxes, Schumacher se adosó al alerón trasero del Renault de Alonso, con un motor desgastado después la victoria de Bahrein y el esfuerzo realizado durante la prueba de ayer, y el público, mayoritariamente “ferrarista”, rozó el delirio. En las últimas vueltas la emoción alcanzó cotas casi olvidadas en la máxima competición del mundo del motor. Schumacher intentó por todos los medios superar a Alonso, pero el español cerró todos los huecos como si se tratase de una prueba de “kárting”. Pese a que Schumacher venía como un huracán, el español nunca pensó en conformarse con un segundo puesto y asegurar así puntos para el Mundial. BAR-Honda, el único equipo que le planteó pelea a Ferrari el año pasado, colocó al británico Jenson Button en el tercer escalón del podio y al japonés Takuma Sato en la quinta plaza. El gran perdedor de la prueba fue Raikkonen. El piloto de McLaren-Mercedes Benz conquistó la “pole position”, la defendió con comodidad en la salida y se escapó en las primeras vueltas, hasta que la mecánica de su auto lo abandonó en la octava vuelta. El único consuelo para el equipo anglo-alemán fue la cuarta posición del austríaco Alexander Wurz, el sustituto esta vez del lesionado colombiano Juan Pablo Montoya. En pocas palabras, Alonso manejó como un campeón a largo de todo el fin de semana. Sumó su tercer triunfo consecutivo, un presagio más que interesante. En los últimos quince años el piloto que sumó tres victorias seguidas después fue siempre el campeón mundial. Buen presagio para Fernando Alonso.

EL DATO 46 Los puntos que sumó el equipo Renault, luego de cuatro victorias en fila. Es un inicio espectacular, porque le lleva 28 a Ferrari en el Mundial.  


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