El sentido de pertenencia

El deporte, la escuela y la sociedad

MARCELO ANTONIO ANGRIMAN (*)

Hace pocas semanas Newell’s Old Boys se coronó campeón del fútbol argentino. Cuando dicha institución estaba al borde del descenso, Gerardo Martino volvió al club que lo vio nacer para concretar una remontada histórica que lo catapultó, incluso, a las finales de la Copa Libertadores de América. El Tata no estuvo solo en esta patriada, ya que lo acompañaron jugadores surgidos de la cantera rojinegra como Ignacio Scocco, Gabriel Heinze, Maxi Rodríguez y Lucas Bernardi. Todos tenían ofertas suculentas para seguir sus carreras en el exterior, pero decidieron recalar en Rosario para contribuir a sacar del barro a su querido “Ñuls”. El presidente de la institución Guillermo Lorente adjudicó el logro “al sentido de pertenencia de los jugadores y el cuerpo técnico para con la camiseta”. Martino supo ser aprendiz de Bielsa, Solari, Yudica y Montes, con quienes comparte esencia, conceptos y admiración. El estadio del Parque Independencia –por elección de los propios socios– ha sido bautizado con el nombre de Marcelo Alberto Bielsa, quien a su vez hizo docencia con técnicos más jóvenes como Sampaoli, Pochettino, Llop, Berizzo o Pautasso. Así con los años se ha ido tejiendo una historia, que privilegia el sentimiento por el club, no sólo en las palabras sino en los hechos concretos. El orgullo por pertenecer ha pasado a ser un patrimonio esencial de la institución. Mas no alcanzan para generar una mística sólo las buenas intenciones, sino que a éstas hay que acompañarlas con ejemplaridad, capacidad y mucho trabajo. Quizás Newell’s represente hoy el paradigma de cómo salir del pozo, no sólo en materia deportiva sino también a nivel educativo y por qué no institucional. Lo educativo e institucional Según Pichón Riviere “…La pertenencia se construye cuando se adhiere a una identidad, cuando elegimos ser parte de un nosotros. Consiste en conocer al otro, formar una memoria, integrarse, comunicarse, aprender y compartir códigos comunes. Perseguir con otros la realización de un proyecto institucional como tarea conjunta”. A menudo vemos que las escuelas no se cuidan y que los esfuerzos que se hacen para que estén en mejores condiciones luego no se compadecen con el trato que reciben de los propios destinatarios. En muchas ocasiones también se observa una falta de entrega hacia la institución, que lleva al alumno a retacear cualquier tipo de esfuerzo que no lo beneficie individualmente. No se valora lo que se da y el receptor no es más que ello, un mero invitado sin exigencia alguna. Estas conductas no son privativas de la comunidad escolar, sino que lamentablemente las observamos continuamente en la sociedad. Se exigen muchos derechos con muy pocas obligaciones. Resulta entonces fundamental concientizar y realizar actos concretos que tiendan a despertar en los jóvenes el sentido de pertenencia. En tal orden el trabajo cooperativo puede contribuir a detectar necesidades y canalizar demandas a través de grupos operativos, y al promover la participación en condiciones de igualdad y unidos por la misma tarea se logra de manera paulatina cierta transformación social y cultural en la institución educativa. Ello se puede concretar a través de representaciones deportivas y/o artísticas donde los valores se remarquen o simplemente en grupos que contribuyan a que la casa que cobija cotidianamente a los alumnos sea cada día un lugar mejor. (Desde el aula al edificio, desde lo personal a la interacción grupal). Pero para ello no basta el discurso, sino que hay que vivir la experiencia de contribuir a tal fin. Es necesario pasar de ser espectador a protagonistas. La tarea es ardua pero a la vez apasionante. Hay instituciones que lo han logrado y en ellas se respira un microclima diferente, puesto que hay un proyecto en común y una conducción respetada que basa su tarea en el cariño, la ejemplaridad y el compromiso social. Quizás en estas pequeñas cuestiones estén las bases del gran paso a la madurez que, como sociedad, algún día tendremos que dar. (*) Abogado. Prof. Nac. Educación Física. marceloangriman@ciudad.com.ar