Vaca Muerta merece más que el especulativo “Dólar Ofephi”
Se quedan cortos, a medio camino. Lo que corresponde y hay que exigir es un “dólar real”, “crocante” cómo dicen algunos economistas. Aquel que permita obtener los dólares billetes equivalentes.
En enero, la Secretaría de Energía emitió la resolución que faltaba para poner en marcha el Dólar Vaca Muerta.
Resulta extraño que este gobierno tan sumiso histórica y recientemente al kirchnerismo haga este tipo de planteo. Salvo en una mirada oportunista electoral, donde a pocos días de las votaciones a gobernador de la provincia, pretenden, con este anuncio ser más “neuquinos” que los de “neuquinizate” que les birlaron la identidad de pertenencia a Neuquén.
Además, recordemos que es la continuidad del mismo gobierno que, una vez ganado, el duro juicio millonario a la nación por diferencia de precios del gas y el petróleo, equivalente a lo que aquí se plantea, luego el gobernador Jorge Sapag le terminó condonando al estado nacional.
En estos días vemos las gravosas consecuencias para las finanzas del país, del acompañamiento de este sector del MPN a las políticas de Cristina Kirchner como con la irregular, desprolija y apurada re-estatización de YPF que tantos millones de dólares nos costó, tenemos que pagar y nos va a terminar saliendo a todos los argentinos.
Este tipo de “cambio diferencial” surgió como una pretensión solitaria, a destiempo, sin el aval de sus “aliados” del gobierno nacional y que no ha sido consensuado ni mucho menos acompañado por el resto de la industria petrogasífera quienes se encuentran en la misma situación que las provincias con las regalías, en cuanto a sus propias producciones.
Neuquén, la industria petrogasífera y Vaca Muerta se merecen un “verdadero dólar”; un dólar REAL y el precio que establece la ley de hidrocarburos. No estos cientos de mezclas de diferentes cotizaciones del dólar y desdoblamientos cambiarios; no este engendro de “Dólar Ofephi” que más que una exigencia concreta, parece un panfleto con trasfondo político electoral.
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