Falta de controles y precariedad, foco de las críticas

Cuestionan las condiciones del lugar y el rol del gobierno porteño.

Las precarias condiciones en que se encontraba el boliche «República de Cromagnon», en el que murieron por lo menos 188 personas en la noche del jueves, generó una áspera polémica por las condiciones de seguridad con que cuentan estos lugares en Capital Federal y en el resto del país.

Como primera medida el gobierno porteño, que recibió críticas por la falta de controles en este boliche, prohibió ayer la realización de recitales en locales bailables y advirtió que en la tragedia del centro nocturno hay «responsabilidades colectivas», ya que la normativa «no alcanzó» para prevenirla. El Jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, manifestó que la normativa vigente permitió la realización de recitales en locales bailables clase C. «La norma permitía números vivos de orquestas de tango y ahora grupos de rock en lugares cerrados, estaba legalmente autorizado», señaló.

«República de Cromagnon», con una superficie de 1500 metros, tenía sólo la habilitación clase C, es decir que allí no podían realizarse conciertos o albergar menores de 18 años.

Tres jóvenes que lanzaron una bengala hacia un techo de gomaespuma y tela más una amplia puerta de emergencia sellada con alambres y candados se convirtieron en las claves de la tragedia. Ahora, la Justicia tratará de reconstruir las causas que generaron semejante masacre, potenciada por un local que -según sus dueños- tenía capacidad para 4.500 personas y que -de acuerdo al Gobierno porteño- sólo podía albergar a 1.300.

Ese coctel fatal derivó en que el fuego se desparramara por el local del barrio de Once y que se convirtiera en una jaula mortal para cientos de jóvenes. Sólo unos pocos murieron alcanzados por el fuego; la mayoría pereció al inhalar el monóxido de carbono, producto de la combustión de los plásticos que había en el local, mientras que también se registraron fracturas y lesiones propias de la desesperación por escapar.

La mayoría de los al menos 188 muertos y casi 900 heridos que produjo la tragedia «son chicos y jóvenes de 20 años promedio», dijeron ayer las autoridades sanitarias.

El defensor adjunto del Pueblo de la Ciudad, Atilio Alimena, confirmó además que durante el show se improvisó una guardería en el baño de mujeres de la discoteca.

Los investigadores aseguran que ya estarían identificados los tres jóvenes que decidieron encender una bengala del tipo 'tres tiros' para 'celebrar' el comienzo del recital de la banda «Callejeros».

Gustavo, uno de los barman del boliche del barrio de Once, reveló que el pasado 26 de diciembre habrían tirado otra bengala pero el fuego fue rápidamente controlado con la manguera de emergencia del boliche y hubo «gente» que aconsejó sacar la media sombra que cubría el techo, para evitar el desastre que finalmente ocurrió, algo que no fue escuchado.

Una de las jóvenes que estuvo en el local afirmó además que «no había un solo extinguidor» en el lugar.

Entre las víctimas se encontraban los periodistas Luis Santana de Crónica TV y Jacqueline Santillán de FM Class Caseros. (DyN/Télam)

Nota asociada: TRAGEDIA EN EL BOLICHE: Dolor y bronca por la cantidad de muertos y la falta de previsión para evitar el incendio  

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