Finzi con un premio a flor de piel

NEUQUEN (AN).- La responsable fue una anciana anónima en el subte de Bruselas. Esa mujer le contó que iba al hospital a visitar a su marido enfermo y temía su destino porque todo lo que tenía en la vida era él. Y la realidad de esa pareja algo quebró y quedó grabada a fuego en su memoria. Años más tarde nació «La Piel o la vía alterna del complemento», una historia de amor lejos de Romeo y Julieta donde Alejandro Finzi indaga el universo de la muerte y la enfermedad con el acento puesto en la levedad de la vida. Una puesta comprometida que le valió el premio Argentores el pasado 13 de septiembre en coincidencia con el día del autor teatral. Con un tema y un texto perturbador que despertó censuras y hace sustancia en la vida de cualquier espectador.

¿Cómo enfrentar una situación límite desde la mirada de una pareja que estuvo casada toda la vida?. ¿Cómo responde ese amor a «lo inevitable»?. Esas y otras preguntas atraviesan la trama de «La piel», la pieza teatral que muestra en escena todo el universo de la enfermedad. Y que días pasados consagró a Finzi en el Auditórium de Buenos Aires en ocasión del acto de entrega de premios de teatro, radio, cine y televisión.

De Finzi puede decirse que es un dramaturgo cordobés radicado en Neuquén que ama lo que hace. Y a los ojos de críticos y espectadores, lo hace muy bien. Talentoso. Agradable. Un escritor que hace del teatro su propio terreno. Y puede crear una línea imaginaria entre aquel otoño de Bruselas en la estación de Midi y la Patagonia (o la Argentina) de hoy.

«La Piel» se estrenó en Buenos Aires el 5 de julio de 2003 y continúa en cartelera en el Centro Cultural de la Cooperación, en la afamada calle Corrientes. Interpretada por Laura Bove y Julio Ordano bajo la dirección general de Enrique Dacal, la pieza sigue cosechando elogios: fue traducida al francés, inglés y portugués y será montada próximamente en Sao Pablo y Bogotá. También el diario «La Nación» ubicó a «La Piel» entre los diez mejores espectáculos de la temporada 2003 y fue seleccionada por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires para un ciclo de difusión cultural e invitada para una gira por la provincia bonaerense.

En palabras de Finzi, la obra fue rechazada por los directores durante mucho tiempo porque «es muy fuerte». Se trata de «una historia de amor contada desde otro lado que no es el lado de la juventud, no es el lado de Romeo y Julieta, sino que es el lado de la enfermedad, el dolor y el silencio». El amor puesto a prueba en una situación difícil de dos seres que se acompañan, un amor donde hay no sólo alegría sino desazón.

– ¿Un tema tabú?

– No, la enfermedad límite suele ser socialmente un espacio también de censura y aquí el público se enfrenta a la enfermedad de una manera totalmente despojada, descubierta. Y el diálogo íntimo, muy íntimo de esta pareja que se dice cosas límites.

– ¿Cuáles son los grandes tópicos de la obra, además de la muerte y la enfermedad?

– La obra está atravesada por ese sentimiento que inunda a dos seres que se han acompañado toda la vida. Cuándo y cómo ese amor que se tienen un hombre y una mujer aparece en la vida fla

queado y se aseguran sus principios, ese es el gran tema de la obra. Ana y Walter (el nombre de los personajes) se acompañan. A él le hicieron 11 operaciones, nadie sabe lo que tiene y llega el gran especialista para hacer una operación.

– ¿La realidad es la materia prima para sentarte a escribir?

– No siempre, en el caso de «La Piel» fue una cosa casual y el diálogo con esa mujer que fue el detonante de la obra, pero supongo que si es una manera. «Bairoletto y Germinal» con el protagónico de Víctor Hugo Vieyra, que se está haciendo en Buenos Aires, nació de un diálogo que escuché en la terminal de Zapala. Y ese fue el disparador.

– La distinción que recibiste te motiva para seguir…

– Si, siempre es una alegría un premio. Es una cosa que aparece en tu vida y que te sitúa frente a lo que has hecho y lo que tenés por hacer. Felizmente estoy pasando una buena etapa, tengo pedidos de trabajo, están ahí, uno para el Festival de Teatro Esbjerg, de Dinamarca y otro para un grupo muy importante de Quit (Ecuador) denominado Callejón de Agua, y varios proyectos más.

– ¿Hay posibilidades de presentar la pieza en esta ciudad?

– La obra estuvo en tratativas para hacerse en la municipalidad de Neuquén, ella se interesó, pero no llegó a buen puerto. Ojalá en otro momento se pueda traer, ya sea también desde el sector privado.

De todo, Finzi tiene en su haber 30 obras escritas y 26 estrenadas, entre piezas teatrales, espectáculos de teatro danza y miles de páginas escritas para radioteatro. Se enorgullece de saber que su obra «La isla de Fin de Siglo», dirigida por Carlos Marero, motivó una «cosa atípica»: reúne actores de Bariloche, Lago Puelo, Las Golondrinas y Esquel, que recorren trescientos kilómetros para ensayar la pieza que se estrenará en marzo del 2005 en Chubut y Bariloche. Y está programada para presentarse en octubre en el Teatro Nacional Cervantes en Buenos Aires.

¿De que está hecho el amor?, se preguntó Finzi en un subte de un país desconocido una mañana gris. Y le dedicó «La Piel» a una anciana que jamás volvió a ver.

Florencia Lazzaletta