Fragilidad desnuda en la pandemia


Carreras confesó que la ministra de Educación no puede revisar las escuelas porque no logra ingresar en los municipios propios. Fue una muestra de la endeblez provincial.


Cinco meses de dominio del coronavirus, arrastrando a la impotencia y la inmovilidad. Ese desequilibrio no está disimulado en el gobierno rionegrino.

Su debilidad se marca en testimonios de la propia gobernadora Arabela Carreras. Admitió ante la prensa en Bariloche que se “impide” otra revisión de Educación de las escuelas y planteó que la ministra Mercedes Jara no puede ingresar en “algunos municipios”. Lo ejemplificó con San Antonio, que gobierna Adrián Casadei, de JSRN. Fue una confesión de la endeblez.

En otros casos, Carreras simplifica su marcha y se aferra a propuestas ajenas. Habló de un plan de recuperación y luego lo supeditó al que proponga Nación. ATE es otra guía. Rodolfo Aguiar organizó el acto virtual con el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, donde la gobernadora desempolvó aquel propósito de un Convenio Colectivo público. La estrategia gremial -que custodian Aguiar y el ministro Rodrigo Buteler- sostiene inalterable el prospecto de la gestión de Weretilneck. Hay extravíos y dudas para otras “continuidades”. Queda en evidencia con las olvidadas tarjetas para los estatales, aprobadas hace dos años en la Legislatura, mientras su sociedad Río Negro Compra exige fondos que llegarán este año a 58 millones. Fue un diseño del exministro Agustín Domingo que lo entusiasmó a Weretilneck para erosionar el sistema de compra y de asistencia de UPCN. La presente administración no encuentra función al prometido plástico estatal y, por el contrario, amplía contratos con Cabal, que también gestionará las tarjetas con las que Educación reemplazará sus módulos alimentarios.

Las políticas anteriores parecen sorprender llamativamente al autodenominado gobierno de continuidad. Así, descubren ahora que el Estado deberá ocuparse de los complejos turísticos de Las Grutas y El Cóndor, y el apart-hotel de Capital Federal por el apartamiento de UPCN. Esta conclusión, tal vez, es apropiada, pero lo inquietante es la irresolución. No se sabe hoy, con meses de ventaja, qué hacer y la interrupción ya plantea quebrantos.


A la espera de concluir la licitación, habrá una contratación directa de los casinos andinos. La cesión será para Crown. Un primer atajo frente al apuro y un problema irresuelto.


Similar impericia se detecta en la travesía de las concesiones de los casinos andinos, con riesgos, intereses y partícipes mayores. Desde agosto, las salas de Bariloche, Jacobacci y El Bolsón no tienen operadores. Excluido el concesionario Entretenimientos, su manejo volvió a la Lotería y la provincia abrazó la carga salarial del personal de esos casinos.

Carreras reabrió y cerró opciones. Clausuró -recientemente- planes alentados por sus hombres -José Deco y Daniel Sanguinetti- para incursionar en otros caminos al original en favor de la expansión de Crown, que explota los restantes casinos en Río Negro. Un “grupo italiano” -según su contacto, Gustavo Costa, el ex presidente de la Lotería de Buenos Aires- transmitió una propuesta. También rondaría el ímpetu del exembajador Esteban Caselli. No faltarían acciones que revelarían además el interés del Grupo de Eugenio Sangregorio. Sus variadas inversiones incluyen hoteles en Valeria del Mar y Villa Gesell, y bingos, como en Adrogué y San Fernando.

Ninguna alternativa prosperó en esta instancia y ya no hay tiempo, entonces Carreras volvió sobre Crown, que era la salida de Weretilneck.

La urgencia por un operador requiere un atajo técnico: una contratación directa (en principio, por seis meses, prorrogable). Ya se discute ese contrato con Crown. Esa empresa del grupo IGGR, liderado por el francés Francis Raineau, sobreactúa un plano riesgoso: el inmediato costo salarial de los 350 empleados frente al ambiguo tiempo de la reapertura de las salas. Sabe del apuro gubernamental y espera su compensación con garantías para la compulsa en la licitación.

Entre otras, esa buscada solución y presentación reunió a Carreras y Weretilneck, tras días de tensión interna. Fue un abordaje incómodo y cargado. Ambos saben que del clima embrollado y sospechado no se vuelve fácilmente.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios