Condenan a prisión y destituyen al fiscal que intervino en el caso del soldado Carrasco

Estaba a cargo de la fiscalía federal de Zapala cuando asesinaron al soldado de Cutral Co, un crimen que puso fin al servicio militar obligatorio. Encabezó una investigación polémica que dejó muchas dudas.

Luis María Viaut, el fiscal federal que investigó en 1994 el asesinato del soldado Omar Carrasco en Zapala, Neuquén, fue destituido de su actual cargo en la provincia de Córdoba. El año pasado lo habían condenado a cinco años de prisión por los delitos de tráfico de influencias y exacciones ilegales agravadas.

Según informa el sitio oficial fiscales.gob.ar, Viaut fue sometido a un jurado de enjuiciamiento y destituido porque «violó su deber de observar buena conducta».

En su resolución el jury puntualizó que si bien los actos por los que fue condenado Viaut no fueron propios del ejercicio de su función, sí lo fueron en ocasión de ella. Agregaron que tanto en la exigencia extorsiva a una de las víctimas, como en los servicios ofrecidos a otra “lo determinante para ejercer presión o ‘vender’ influencias fue la condición de fiscal federal de Viaut”.

Sobornos para frenar investigaciones


El titular de la Fiscalía Federal de San Francisco, Córdoba, fue hallado culpable de cobrar sobornos para frenar investigaciones y ejercer su influencia para intervenir en causas de la justicia ordinaria junto a un empleado de la dependencia a su cargo y otras tres personas más.

Viaut también recibió como pena una inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos y una multa de seis millones de pesos, informa el sitio oficial.

Su rol en el caso Carrasco


En marzo de 1994, Viaut era fiscal federal en Zapala cuando se produjo el asesinato del soldado Omar Carrasco, estuvo a cargo de la investigación y fue uno de quienes dieron cuerpo y sostuvieron la historia oficial, que involucró en el crimen al exsubteniente Ignacio Canevaro y a los exsoldados Cristian Suárez y Víctor Salazar. Los tres ya cumplieron su condena.

Pese a los esfuerzos de los abogados defensores Oscar Pandolfi (ya fallecido) y Marcelo Inaudi, jamás se pudo avanzar en la investigación de la trama de encubrimiento, que pudo involucrar a los jefes del Grupo de Artillería y la Base de Apoyo Logístico, e incluso llegar hasta el entonces jefe del Ejército, Martín Balza.

La hipótesis del hospital


No se siguió tampoco otra línea de investigación que teñía de fuertes sospechas al hospital que funcionaba dentro del cuartel. Es muy probable que Carrasco haya agonizado varios días después de la paliza que recibió el 6 de marzo de 1994, y murió producto de la atención clandestina que le brindaron.

Su cuerpo fue hallado el 6 de abril de 1994, durante un rastrillaje montado con la única finalidad de que «apareciera» el cadáver porque la presión social era intensa. La encabezaban Francisco Carrasco y Sebastiana Barreda, los padres de Omar, quienes siguen llorando la pérdida de su único hijo varón.


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