La estatua del faraón 'bello y bueno'

Una estatua con la imagen de Mersekhemre Neferhotep I, el faraón «bello y bueno», fue descubierta tras permanecer unos 3.600 años oculta en las ruinas de Tebas, una de las capitales del Antiguo Egipto, que conservaron intactos los ornamentos reales con que fue erigida.

El anuncio fue hecho por el Centro Franco-Egipcio de los Estudios del Templo de Karnak y el Consejo Superior de la Antigüedad Egipcia en Luxor (Alto Egipto). La estatua del faraón de la XIII Dinastía, correspondiente al Imperio Medio, fue hallada donde se encuentra el colosal templo del dios Amon, centro de un complejo de edificios religiosos. La obra que representa a Mersekhemre Neferhotep I -de 1,80 metros, en piedra calcárea y base cuadrada- se encontraba con la capa real y la frente cubierta por una cinta que simula una cobra, símbolo del poder del faraón, dijo Francois Larche.

«Estaba sepultada a 1,60 metros de profundidad, bajo un portal de piedra que constituía el ingreso al templo faraó

nico del rey Tutmosis I, que reinó Egipto entre los años 1530 y 1520 Antes de Nuestra Era (ANE) y vecino a un obelisco de la reina Hatshepsut», dijo el experto.

Hatshepsut fue la faraona que reinó Egipto, de 1504 a 1484 ANE. «No podemos sacar la estatua del subsuelo porque se encuentra vecina al obelisco. Para desenterrarla, debiéramos desmontar el portón, para luego edificarlo de nuevo tras haberla retirado», explicó Larche. La suerte de la estatua depende ahora del Consejo Superior de la Antigüedad Egipcia, dijo el vocero. De ese organismo emanará la decisión de sacarla a la luz o mantenerla en el mismo lugar donde se mantuvo oculta, precisó.

La estatua fue descubierta por medio de la ayuda de fotos satelitales durante la última estación de excavaciones, que comenzó en noviembre de 2004 y finalizó en mayo. (Télam-SNI)