La represa de Pichi Picún Leufú funcionará a pleno a partir de fin de año

Antes de que termine el año, la nueva central estará produciendo energía a su cota máxima. La obra, construida por Pérez Companc, se adelantó cuatro meses a lo previsto originalmente.

NEUQUEN- La represa hidroeléctrica de Pichi Picún Leufú funcionará a pleno antes de fin de año y a principios del 2000 la totalidad de la energía generada estará en condiciones de ser comercializada.

Así lo prevén los principales responsables de la obra que se levanta sobre el río Limay, que reconocen que se superaron todas las expectativas, algo que no es muy común en este tipo de proyectos.

Es que los trabajos, reactivados hace dos años, marchan cuatro meses «adelantados» con respecto a las previsiones de la empresa Pérez Companc, que retomó la obra tras su prolongada paralización.

«La idea es que la tercera turbina esté funcionando a fin de año y que esté ensayada y en puesta comercial a principios del año que viene», explicó Agustín Ferreras, el gerente técnico de la obra.

Hasta el momento, la flamante represa tiene en operación a dos de las tres máquinas fabricadas por firma mendocina Industrias Metalúrgica Pescarmona SA (IMPSA), mientras se avanza con el montaje de la tercera.

Las máquinas tienen 83 megavatios cada una, y con las tres en funcionamiento Pichi Picún Leufú podrá turbinar la misma cantidad de agua que su vecina río arriba, la central hidroeléctrica de Piedra del Aguila.

Terminados todos los ensayos, el promedio de generación de la central será de 1.100 gigavatios (GVH) anuales; lo que equivaldría a una máquina y media funcionando a pleno durante 365 días.

«En realidad, en las horas pico van a funcionar las tres máquinas y después una sola», agregó el ingeniero Ferreras en diálogo con «Río Negro».

De todas las centrales hidroeléctricas de la región, la de Pichi Picún es la que tiene el embalse de menor envergadura. En realidad, el lago que ocupa la franja que separa a esta represa de la de Piedra del Aguila «es algo más que un canal ancho», graficó el gerente de planta Oscar Artero.

El espejo de agua tiene entre 800 y mil metros entre costa y costa, a ambos lados de lo que fue el viejo cauce del río. El lago apenas cubre una docena de kilómetros cuadrados. Para dimensionar su magnitud se puede apuntar que el lago Ezequiel Ramos Mexía de El Chocón -el más grande de todos- tiene 815 kilómetros cuadrados y el de Arroyito -uno de los más chicos- cubre 39 kilómetros cuadrados.

La represa tiene tres turbinas tipo Kaplan y una potencia instalada de 361 megavatios. La longitud del coronamiento es de 1090 metros con un altura de 54 metros y un salto útil de 21.

«Pichi Picún tiene muchas cosas particulares, de hecho es una central 'de pasada' porque no tiene otra forma de funcionar que no sea returbinando el agua que larga Piedra del Aguila», explicó Artero.

El hecho de estar tan cerca de la otra hidroeléctrica obliga a los operadores de Pichi a tener permanente contacto con Piedra del Aguila, por lo que la ceremonia de la comunicación se repite hasta 50 veces por día.

Por sus condiciones, el embalse de la represa no tiene capacidad de acumulación y depende de las erogaciones de Piedra del Aguila que entre otras cosas tiene que garantizarle el caudal mínimo ecológico.

A lo sumo en 48 horas, el agua del embalse se renueva. Una vez que estén las tres máquinas en funcionamiento, los operadores de la represa estiman que la energía se podría llegar a trasladar a través de la cuarta línea.

La cuarta línea, una estrategia común

La asociación de las centrales hidroeléctricas, térmicas y termoeléctricas que operan en la región permitió diseñar la estrategia de la «cuarta línea del Comahue» que aumentará a 4.600 megavatios la capacidad de transporte de energía, de los 3.300 megavatios actuales.

Al «club» constituido por El Chocón, Cerros Colorados, Alicura, Piedra del Aguila, Capex, Central Puerto y Turbine Power Co que forman el consorcio Generadoras Eléctricas del Comahue, se unirá también Pichi Picún Leufú.

Agustín Ferreras -gerente técnico de obra de la represa- dijo que confían en que antes de fines de año esté funcionando la cuarta línea para «transportar directamente a través de ella». De lo contrario, utilizarán El Chocón, pero la intención es que, con la tercera turbina funcionando a pleno, el horizonte de exportación de energía al Brasil desde el Comahue «sea prácticamente un hecho».

La cuota exportable a Brasil está fijada en principio en mil megavatios de potencia firme, pero en el futuro se considera que se incrementará como «paso necesario y fundamental», aunque atado a la reactivación de la economía de ese país.


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