La suspensión de la exportación de maíz afectará la producción en la región del Valle

El Gobierno vuelve a dar una mala señal al sector agropecuario. La suspensión de las exportaciones de maíz generó mucha preocupación en varios sectores de la actividad teniendo en cuenta que esta intervención generará distorsiones de precios que terminarán afectando a toda la producción del país.

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La región bajo riego del Valle de Río Negro y Neuquén, que hace un tiempo está produciendo maíz, no queda fuera de este esquema.

Con la prohibición de las exportaciones, la administración Fernández intenta desacoplar los precios externos e internos del grano y de esta manera abastecer el mercado local para que el sector ganadero cuente con un insumo más barato; frenando los aumentos, por ejemplo, de la carne en la punta de góndola. Sin embargo, la historia económica de los últimos 50 años del país demuestra que, este tipo de esquemas, nunca funcionaron. Los valores al consumidor no bajaron y muchos hicieron negocios a través del subsidio indirecto que recibió parte de la cadena.

“Toda intervención estatal como esta impacta en el mercado. La mayor parte de las veces los objetivos que se buscan nunca se terminan por cumplir…”, confió Pablo Cervi, productor ganadero de la región ante una consulta de RÍO NEGRO.

Cervi aseguró que obviamente si se cumplen las expectativas oficiales, el precio del grano debería bajar y eso favorecería a gran parte del sector ganadero del país. Pero “¿Quién dice que los productores que tienen sus granos almacenados los van a salir a vender a precios por debajo de sus costos?”, se preguntó el emprendedor ganadero.

El escenario, en este contexto, iría en contra de la lógica de los objetivos buscados en las medidas tomadas por el Gobierno.

“El productor almacena su maíz como moneda de cambio para protegerse de la inflación. Cono el ahorrista compra dólares, el hombre de campo guarda su producción…”, recalcó Cervi en otra parte de la charla.

Pero lo más llamativo es que la administración Fernández insiste en darle un sesgo anti exportador a la economía argentina en un escenario de alta necesidad de dólares.

Esto, sin lugar a duda, quita estímulos a la producción de maíz a futuro, ya que los cambios en la regla de juego generan más incertidumbre en el mercado. ¿Quién puede asegurar que en marzo la medida del Gobierno no se prorrogará? Los inversores de los valles del norte de la Patagonia evaluarán que hacer en la próxima temporada de siembra teniendo en cuenta la intervención estatal para bajar los precios en el mercado.

Cabe destacar que durante la temporada pasada poco más de 11.000 hectáreas bajo riego fueron sembradas con maíz en los Valles de Río Negro y Neuqúen; cuya cosecha fue destinada principalmente a alimentación de las distintas actividades ganaderas que están en pleno desarrollo en la región.

“No hacía falta suspender las exportaciones porque hay exceso de maíz almacenado. Pero lo grave son las señales que estamos dando al productor”, destacó a los medios nacionales el titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Daniel Pelegrina.

En esta misma línea se expresó la Mesa de Enlace (que involucra a las cuatro entidades del campo). En un comunicado emitido ayer señaló que: “Se trata de una medida que va a contramano de todo lo esperable, de lo que creemos que debe hacerse y del sentido común. Este año ha sido muy complicado para el país, y para los productores, y creíamos que, luego de que el propio presidente Fernández nos asegurara que no volverían este tipo de medidas, ya no había lugar para acciones inconsultas. Evidentemente, volvieron a defraudar al campo y a todo el interior productivo con una decisión que además vuelve a generar una nueva transferencia de recursos de la producción primaria a otros eslabones de la cadena”.