Las nueces ahora se exportan a Italia y Dubai desde Picún Leufú

Con un trabajo que inició con fuerza hace más de una década las nueces del Alto Valle lograron abrirse camino hacia el otro lado del océano con exportaciones hacia Italia y Dubái. Para concretarlo fue esencial reunir a los productores y reducir el tiempo entre la cosecha y el secado para mantener una buena calidad. Se trabaja para conquistar otros mercados en contraestación.

“Al concretar las exportaciones bajó el stock interno y se mejoró el precio del mercado interno. En tres meses la nuez pasó de valer de 65 pesos a 105 pesos el kilo. Y la exportación tiene un retorno al productor entre 2,20- 2, 40 dólares”, informó Alejandro García, coordinador del programa de Frutos Secos del Centro Pyme Adeneu, organismo dependiente del Ministerio de Producción e Industria.

El grupo exportador está compuesto por 10 empresas y productores de Neuquén, Río Negro y La Pampa. Se trabaja con este conjunto desde 2018.

Alejandro García comunicó que parte de las acciones se enfocaron en abril y mayo que es el momento de la cosecha.

“Es fundamental acortar los tiempos entre la cosecha y el secado, ahí se sostiene o no la calidad del producto, para que la nuez sea clara. Si se estira se va oscureciendo y pierde calidad comercial”, explicó.

Desde el organismo uno de los acompañamientos fue el financiamiento para que el productor que lleva la fruta hacia el establecimiento de Picún Leufú , que es donde se reúne todo la fruta con destino a exportación, “no cargue con el costo del secado y del procesamiento hasta que esté el retorno de la venta”.

García marcó que se empezó el trabajo para lograr los primeros envíos al exterior a raíz de un mercado interno con mucha oferta: “En los últimos tres años se empezó a complicar la comercialización de la nuez. En Argentina se plantó mucho y entró en producción, y se comenzó a cubrir el mercado interno. Entonces empezaron a bajar los precios, y en los últimos tres años se vendía al mismo precio pese a que los costos de producción venían subiendo. Y había que hacer algo porque si bien seguía siendo rentable, año a año se iban achicando los márgenes”.

Con las ventas al exterior surgió la necesidad de hacer análisis físico-químicos a los frutos secos para evaluar la presencia o ausencia de microorganismos y de esta manera se generó el primer antecedente de un estudio de nueces de la Patagonia para exportar.

El aporte que hizo cada productor para los cargamentos exportados varió entre pequeños y grandes volúmenes. En algunos casos aportaron la mitad de su cosecha. “Tienen sus clientes y no quieren de un día para el otro dejar de abastecerlo”, expuso García.

Dentro del grupo están los que se hicieron una reconversión productiva a frutos secos con el crédito del Iadep hace doce años.