Licitarán otro canasto para evitar que la basura llegue al río Negro en Viedma
La inversión del primer canasto estuvo alrededor de los dos millones de pesos.
El primer canasto gigante fue inaugurado en diciembre del año pasado.
El primer canasto gigante que fue instalado en la planta de desagües pluviales del bulevar Ayacucho tuvo buenos resultados, y es por eso que se iniciará el proceso licitatorio para la construcción de un segundo canasto que evitará que los residuos terminen en el río Negro.
Luego de plasmarse la iniciativa del municipio viedmense, que concluyó la construcción de un primer canasto sobre la estación elevadora del boulevard Ayacucho, el DPA se comprometió a construir los siguientes canastos, que permitirán atenuar fuertemente el impacto de los desechos que llegan al río.
«Estamos muy emocionados con la continuidad de esta iniciativa, ya que ha sido concebida escuchando a los mismos vecinos, y canalizada desde la mesa ambiental que coordino la Defensoría del Pueblo de la provincia», sostuvo el secretario de Desarrollo Territorial, Hábitat y Obras Públicas, Gastón Renda.
El funcionario tomó contacto con las autoridades del DPA para interiorizarse sobre el proceso licitatorio que llevará a la construcción de un segundo canasto de contención de residuos en las bocas de desagües pluviales que dan al río.
«El involucramiento de todos los actores en los problemas de la comunidad hoy se ve plasmado en el compromiso que asume el DPA, a través de su titular Fernando Curetti, para continuar con el proyecto que los mismos técnicos provinciales podrán mejorar y adaptar si fuera necesario«, agregó el funcionario.
«Para el gobierno que conduce Pedro Pesatti, las soluciones la mayoría de las veces se encuentran visibles en la realidad, y desde el primer momento él nos pide que estemos atentos a cada señal que podamos advertir, escuchando a vecinas y vecinos, observando esa realidad», expresó Renda.
El funcionario finalizó diciendo que «está claro que esa forma de conducir los destinos de la ciudad, si bien tiene riesgos que asumimos, también puede producir grandes transformaciones y al mismo tiempo mucha satisfacción por el acompañamiento de los vecinos».
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