“Liviano”

Redacción

Por Redacción

Desde la sencillez de espíritu ando liviano y en paz. De talante humilde y sin pretensiones me muevo entre la gente en diferentes escenarios sin sentirme urgido por nadie.

Me presento desprovisto de aderezos especiales y oigo antes de hablar. Además hablo para edificar y oigo para responder, pero no uso sentencias ni creo oposiciones.

Liviano como una pluma me dejo llevar por el solaz de la brisa e ignoro las aseveraciones cortantes.

Sólo tengo a Dios arriba mío y atiendo cortésmente las alocuciones humanas. Hay que convivir, pero no me veo obligado por nadie.

Sólo soy fiel a la verdad, y por lo demás aplico el vivir y dejar vivir.

Puestas las cosas en esos términos, procuro ocasiones para conversar derramando mi afecto libremente, hago preguntas a la búsqueda de la sabiduría y absorbo libremente lo que me resulta válido de las respuestas.

Evito los discursos autoritarios y las aseveraciones catedráticas. En vez, me concentro en dar afecto y en brindar mi liberal atención a quien evidentemente la requiere.

Ocasionalmente manifiesto lo que siento evitando el espíritu de polémica y tratando de sembrar un punto de vista de los que no han sido registrados.

Liviano, liviano como una pluma busco crear una situación cómoda y en todos casos reconfortar.

Muchos saben más que yo y sin subordinar mi ser interior absorbo de buena gana lo que se diga, pero me mantengo liviano, liviano como una pluma.

Alberto Félix Suertegaray

DNI 14.169.481

Alberto Félix Suertegaray

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