Los caminos que conducen a un día en Mari Menuco

El lago Mari Menuco es uno de los destinos de fin de semana más visitados por los valletanos. Y es tal vez el más antiguo, anterior al auge de su vecino, el lago Barreales.

Se accede por Ruta 51 y no hace falta recorrer más de 40 kilómetros desde la intersección con Ruta 7 para encontrar distintos accesos al lago.

Muchos de ellos son clubes privados a los que sólo se puede ingresar con la invitación de algún socio. Pero también están las famosas “picadas” que salen desde la ruta y desembocan en la costa del lago.

Al avanzar por ellas, se llega a playitas de arena y la mayoría con acantilados de piedras. Son lugares agrestes, sin ningún tipo de servicio y en los que no suele haber nada de sombra.
Algunas de esas “picadas” son óptimas para transitar en cualquier vehículo y a otras sólo se accede en vehículos 4×4.

Pero lo cierto es que para llegar a todas ellas hay que conocer bien y saber dónde desviarse de la ruta para no perderse.

Sin embargo, también el lago Mari Menuco cuenta con algunas opciones de camping organizado.
El más tradicional de ellos es el que lleva el nombre del lago y se encuentra a 45,5 kilómetros desde la intersección de Ruta 7 y la 51, justo después de la entrada al Club de Caza y Pesca Mari Menuco.
Allí, pagando una entrada se puede acceder a la costa del lago, en un terreno parquizado y arbolado con servicios básicos como baños y una pequeña despensa.

Es una opción para pasar el día y también para quedarse a acampar.
“En septiembre con la fecha de los estudiantes arrancamos, ahí estamos sábados, domingos y feriados porque en la semana no viene nadie. Y después más o menos coincidimos con las clases. Terminan las clases y estamos de lunes a lunes y en marzo estamos otra vez sábados, domingos y feriados hasta pascua”, comentó en diálogo con “Río Negro” Alfredo Santángelo, el administrador del lugar desde hace 13 años.

Además señaló que el lugar recibe entre 600 y 700 personas por fin de semana y que el 60% son visitantes recurrentes.
“La gente viene por el boca a boca y porque es el paso de los petroleros. El secreto nuestro es la limpieza y que es muy familiar”, agregó sobre el lugar que encontró abandonado hace más de una década y que decidió hacer un proyecto para reflotarlo”.