Messi mantiene el silencio tras la oferta de renuncia de Bartomeu
En Barcelona las expectativas están puestas en la posibilidad de que la Pulga hable públicamente.
En Barcelona aguardan por la palabra de Messi.
Lionel Messi continúa en silencio después de que el presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, ofreció su renuncia para que se quede en el club, en un intento para evitar su partida, algo que hoy parece lejos de concretarse.
El desenlace de la historia que mantiene en vilo al fútbol mundial sigue abierto, a la espera de algún nuevo movimiento definitorio sobre el futuro del considerado mejor jugador del mundo.
Tres días después de que el Barcelona recibiera el burofax en el que Messi anunciaba su intención de dejar el club, las expectativas están puestas en la posibilidad de que la Pulga hable públicamente para dar alguna explicación respecto de su decisión.
Las miradas están dirigidas a lo que pueda ocurrir el próximo domingo, cuando el plantel del Barcelona está convocado a la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí para las pruebas médicas y test de coronavirus previos al inicio de la pretemporada. El elenco catalán regresará el lunes a las prácticas bajo las órdenes de su nuevo entrenador, el neerlandés Ronald Koeman.
«Messi no comunicó nada nuevo al club, con lo que más allá de las dudas y especulaciones, se lo espera el domingo para las pruebas», le aseguró hoy una fuente de la entidad azulgrana a Télam.
En las últimas horas, Bartomeu, señalado como el culpable de la partida del astro argentino, hizo saber a través de la prensa local que se ofrecía a dejar la presidencia del «Barsa» si Messi se lo pedía públicamente y se comprometía a quedarse en el club catalán.
El desafío lanzado por el directivo no tuvo respuesta por parte del «10», quien se muestra decidido a abandonar el club de toda su vida, con la intención de formar parte de un proyecto deportivo más competitivo. De acuerdo a distintas fuentes internacionales, el Manchester City sería su elección.
El Barcelona se resiste a la salida de Messi
Barcelona insiste en que Messi no está en venta y se remite a su contrato que finaliza a mediados de 2021, con lo que el club que lo pretenda en principio debería pagar su cláusula de 700 millones de euros.
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