Ni “la estatua” pudo

Apenas su pelo platinado se dejó ver en la cancha, desde la tribuna cayó una intensa ovación. Es que Carlos Merlo, Mostaza, pisaba otra vez el Cilindro de Avellaneda de manera oficial y los hinchas le rendían pleitesía. Se lo vio emocionado al entrenador. Ojos brillosos, mirada intensa, dejó escapar alguna lágrima. “Es que este club me dio mucho, los hinchas también, el afecto es recíproco”, dijo por los micrófonos de la TV Pública. La gente cantó por él y emocionó al hombre que sacó campeón al club de Avellaneda en el 2001 y cortó la sequía que se mantenía desde 1966. Después sufrió por el nivel de sus dirigidos, un equipo que no para de caer, que sumó su décima derrota en el torneo y que se hunde en una profunda depresión. ¿Cómo sale de esta crisis la Academia? ¿Cuáles son las causas de semejante bajón? Serán las cosas que deberá desentrañar Mostaza Merlo, quien seguramente el lunes pondrá manos a la obra y cambiará desde nombres hasta el sistema táctico.


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