Obama promete «nuevo comienzo» a islámicos

Llamó al fin de la desconfianza entre occidente y los musulmanes. Admitió que la guerra de Irak mostró los errores de EE. UU.

EL CAIRO.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió ayer a los musulmanes un «nuevo comienzo» en las relaciones con Occidente, durante un esperado discurso al mundo islámico en el que plasmó su visión general de esas relaciones y abordó conflictos concretos como los de Medio Oriente o Irak.

Las tensiones entre Occidente y el mundo islámico fueron alimentadas en el pasado reciente por un «colonialismo que les negó los derechos y las oportunidades a muchos musulmanes», afirmó Obama en un discurso ante 2.500 invitados en la Universidad de El Cairo.

Como consecuencia del rápido cambio y la globalización, muchos musulmanes han visto en Occidente un enemigo de las tradiciones del Islam, señaló el presidente.

En sentido inverso, los atentados del 11 de septiembre de 2001 y las actividades de los extremistas han creado entre muchos estadounidenses la falsa impresión de que el mundo islámico inevitablemente tiene una actitud hostil ante Occidente y respecto a los derechos humanos. Por ello abogó por poner fin al círculo vicioso de la desconfianza y la discordia entre Occidente y el mundo islámico: «Mientras sigamos definiendo nuestra relación por nuestras diferencias, estaremos reforzando a aquellos que están sembrando el odio», subrayó Obama, que intercaló en su discurso citas del Corán, la Biblia y el Talmud.

A casi ocho años del 11-S, subrayó que el «odio de miras estrechas de un pequeño grupo» no guarda relación alguna con la fe profunda de más de 1.000 millones de personas, e instó a los musulmanes a aliarse con Estados Unidos contra los extremistas de la red terrorista Al Qaida.

El mandatario insistió así en los intereses comunes, comenzando por la lucha contra el extremismo: «El Islam no es parte del problema cuando se trata de luchar contra el extremismo violento; es un importante componente de la búsqueda de paz». También pidió libertad religiosa y una mejor situación de la mujer en el mundo musulmán, al tiempo que prometió todo el apoyo de Washington a la búsqueda de democracia y la mejora de los derechos humanos. «Estados Unidos no presume de saber qué es lo mejor para todos», admitió. «Pero tengo la creencia inflexible de que todos los pueblos anhelan ciertas cosas», dijo en referencia a la libertad de expresión, la justicia igualitaria o el gobierno transparente. «Ésas no son ideas sólo estadounidenses, son derechos humanos, y por eso los apoyamos en todas partes», continuó.

Admitió luego que la guerra de Irak dejó al descubierto los errores de la política estadounidense. Si bien el país se encuentra ahora mejor sin la dictadura de Saddam Hussein, según su visión, la guerra demostró que la diplomacia y el consenso internacional son importantes a la hora de resolver problemas.

Desde que asumió la presidencia, Obama intenta mejorar la problemática relación de su país con el mundo islámico. En su discurso de asunción dijo que «buscamos con ellos un nuevo camino al futuro que se construya sobre intereses comunes y respeto mutuo».

Apenas seis días después, en una entrevista con la emisora televisiva árabe Al Arabiya, dijo que quería explicitarles a los musulmanes en el mundo «que los norteamericanos no son sus enemigos». (DPA)


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