¿Cómo apoyar a los pequeños productores y proveer alimentos de calidad en las infancias?

El desarrollo productivo de las economías regionales y un correcto acceso a los alimentos indispensables para el bienestar de las personas, especialmente de los niños y niñas, son aspectos del bienestar de una sociedad que no pueden soslayarse desde la mirada de los decisores gubernamentales.

La producción local de alimentos a baja escala queda librada a su suerte atravesando los vaivenes macroeconómicos en países como el nuestro, cuyas políticas están regidas por los grandes intereses, mientras se ignoran las necesidades específicas de los pequeños productores.

Por ello, hay una fuerte tendencia a la concentración en la producción, al abandono de chacras y pequeñas superficies productivas que muchas veces se vuelcan al mercado inmobiliario, en el que se ofrece una oportunidad de rendimiento económico muy superior para sus propietarios. A lo largo de la historia, en la provincia de Río Negro, se fue consolidando la tendencia a ofrecer subsidios (generalmente multimillonarios) para hacer frente a las sucesivas crisis del sector.

El otro aspecto, el de la nutrición de las infancias, ha sido abordado a través de los comedores escolares que tienden también a una fuerte concentración de proveedores para el Estado, que muchas veces termina comprando mal y caro, productos de baja calidad alimentaria. Los intermediarios ganan mucho, pero los niños comen no comen bien.

Estos dos ejes de trabajo pueden unirse de manera virtuosa si se incorpora la dimensión de la nutrición dentro de la agenda de gobierno, considerándola como un factor fundamental para garantizar el bienestar de las personas y el crecimiento económico de la provincia. Para ello, es necesario llevar adelante un cambio cultural en la nutrición de los habitantes de la provincia, a partir de un abordaje integral y transversal de las políticas alimentarias.

En este sentido, queremos destacar que entre los años 2020 y 2023 se llevó adelante el programa Río Negro Nutre combinando las capacidades de los productores de frutas y hortalizas, nucleados en la Federación de productores de Río Negro y Neuquén, y de las diferentes áreas del gobierno provincial, para hacer llegar alimentos de calidad a la población más vulnerable de la provincia. El programa abordaba de manera multidimensional la problemática alimentaria y nutricional, contemplando cuatro ejes principales de intervención:

1. Comida kilómetro 0: apuntaba a proveer alimentos producidos en cercanía de los centros de
   consumo, fomentando el desarrollo de economías locales. Esta estrategia de compra y
   distribución permite la conservación de la frescura y calidad de alimentos y la reducción en
   costos de transporte, permitiendo una huella mínima de carbono. Es por ello que desde el
   programa se fomentaba que los productores se asociaran con el fin de que pudieran garantizar
   volúmenes mínimos necesarios para la provisión de los comedores escolares y la generación
   sistemática de módulos alimentarios compuestos por productos frescos y variados.
2. Soberanía alimentaria: tenía el objetivo de fortalecer los saberes productivos de cada familia y
   la comunidad, asegurando el acceso a alimentos diversos y de calidad durante el año. Para ello
   se generó el sub-programa “Invernaderos, miles de oportunidades”, a través del cual se
   distribuyeron invernaderos a familias e instituciones y se garantizó la formación de los
   multiplicadores que enseñaran a producir a escala doméstica.
3. Cultura alimentaria: equipos de nutricionistas de las áreas de salud y educación establecieron
   líneas de trabajo para el cambio de hábitos alimentarios en las familias, realizando acciones
   dirigidas a mejorar los valores nutricionales de las comidas.
4. Diversificación de opciones nutricionales en los hogares: tanto en los módulos alimentarios que
   proveía el Estado a familias económicamente vulnerables, como en los menús de las escuelas e
   instituciones de residencia infantil, se fueron incorporando alimentos que, por razones
   económicas o culturales, no son habituales en los hogares humildes. Tal es el caso de la
   incorporación de frutas variadas, frutos secos, miel, verduras de estación en abundancia y dulces
   de frutas manufacturados por productores y cooperativas locales.

Invernaderos familiares y comunitarios

---

La construcción de invernaderos con la intervención del Estado genera una oportunidad de acceso a una alimentación más saludable para la población. El principal propósito es promover el camino hacia la seguridad alimentaria, favoreciendo el acceso a alimentos seguros con una diversificación de la dieta y el desarrollo sostenible. De esta manera se busca optimizar la capacidad de las comunidades para producir hortalizas para autoconsumo y comercialización de excedentes, logrando de este modo, elevar la calidad de vida de la población y consolidar los asentamientos rurales.

Además de los invernaderos familiares, el programa Río Negro Nutre distribuyó en el territorio
provincial más de 100 macrotúneles o invernaderos escuela que son estructuras de 3 por 12 metros, construidos con caños de agua, los cuales forman un arco dando la forma de túnel. La finalidad de los mismos es “forzar” cultivos en áreas con restricciones hídricas, climáticas y edáficas, desestacionalizando y diversificando la oferta de hortalizas. Además, es un espacio donde el promotor puede trabajar en conjunto con las familias generando un espacio adecuado para transmitir y compartir conocimientos.

Para la provisión de los invernaderos, se desarrollaron capacitaciones a Cooperativas en la construcción de macro y microtúneles en localidades del Alto Valle y la Región Sur. Para el manejo de la huerta agroecológica, en conjunto con el INTA, se dictaron capacitaciones sobre manejo de la huerta en el invernadero, la importancia del riego, asociación y rotación de cultivos,
características de las hortalizas, control de plagas y enfermedades y cosecha.
Las conclusiones arrojadas a partir del monitoreo y visita a los distintos invernaderos evidenciaron buenos resultados productivos, un buen rol de la figura del promotor, además de una apropiación por parte de las familias beneficiarias.

El programa RN Nutre es un claro ejemplo de cómo se pueden articular distintas áreas del Estado para atender a una problemática tan importante como la alimentación y el desarrollo económico de los habitantes de la provincia.

*Licenciada en letras modernas, ex-gobernadora de la provincia de Río Negro e investigadora de
la Fundación Siglo.