Otra señal

Han pasado casi cuatro meses desde que comenzó la actual gestión de gobierno y la oposición comienza a dar sus primeros pasos. Hace una semana lo hicieron los sectores externos al MPN, que en amplio espectro se reunieron en Zapala para lanzar el germen de una propuesta alternativa, encolumnada, además, con el transversalismo que propone el presidente Néstor Kirchner. Esta semana, el escenario lo proporcionó el propio partido provincial: el ex vicegobernador y ex compañero de fórmula de Jorge Sobisch, Jorge Sapag, dio las primeras señales de que está dispuesto a disputar el poder a su antiguo aliado.

El hombre que se apartó del sobischismo porque rechaza los desbordes autoritarios y piensa que el gobernador desvirtúa la esencia de su partido, un partido que siente como propio por herencia familiar, recorre el interior provincial y está organizando una fundación capaz de proporcionarle las ideas y los cuadros necesarios para acometer con posibilidades de éxito la batalla por la gobernación.

A diferencia de la oposición, Sapag no ha producido todavía un hecho político de magnitud. Pero, según reconocen sus seguidores, comenzó a moverse en las aguas procelosas del partido, en un gesto que corre el riesgo de resultar prematuro frente al poder casi monolítico que aún exhibe Sobisch, y que constituye además un desafío en una fuerza acostumbrada a hacer la venia al que maneja la caja.

Desde que se atrevió a desafiar este esquema, siquiera para bajarse del caballo, Sapag ha sido prácticamente borrado de la 'nomenklatura' oficial y excluido de los actos oficiales y partidarios, en un estilo que recuerda las delicias del estalinismo.

«Anoten mi teléfono, muchachos, a ver si me invitan a las reuniones», les lanzó el ex vice a sus pares de la Convención del MPN en el último encuentro del cuerpo, realizado hace una semana en Aluminé, según confió uno de los presentes.

En el entorno del ex vice aseguran que éste está persuadido de que la candidatura presidencial de Sobisch apenas se sostiene y lo más probable es que el gobernador termine ajustando sus pretensiones al premio consuelo de una senaduría.

También, aseguran que entre los colaboradores de Sobisch no hay heredero que le pueda hacer sombra a Sapag. Acaso porque el gobernador se ha preocupado por no permitir que nada crezca en su entorno.

Todo parece indicar que Sapag tampoco está dispuesto a facilitar la singular política de alianzas de Sobisch. En el mismo encuentro de Aluminé, el ex vice advirtió que la carta orgánica del partido prohíbe expresamente los frentes con fuerzas ajenas a los principios del partido, y aclaró a sus pares que la única forma en que toleraría algo así sin ir a la Justicia es si el gobernador lo hace a título personal y no embarcando al partido.

Pero si a Sapag y a su hermana Luz, la senadora, les preocupa lo que consideran un grave intento de «desvirtuar» el partido, a Jorge Sobisch el tema lo tiene sin cuidado.

Esta semana, el candidato subió un peldaño en su ascenso al estrellato, al lograr colocar a la diputada Encarnación Lozano como segura candidata del interbloque a la vicepresidencia tercera de la Cámara baja. Más que astucia política del neuquino, hubo una singular coherencia de sus aliados. El grupo, que incluye figuras del calibre de Bussi y Patti y concita la adhesión de sujetos como Herminio Iglesias, defenestró del puesto al ex cavallista y actual ladero del intendente de Escobar, Guillermo Alchourrón. ¿El motivo? Haber dado quórum al PJ para la anulación de los indultos de Menem. ¡Faltaba más!

Fue justamente una fundación que responde al riojano la que le organizó al gobernador el acto de Costa Salguero. Un encuentro con mérito para figurar en la revista «Caras», que contó con voluntarios reclutados por el ex comisario.

Tampoco le quitan el sueño al gobernador los recursos que demanda esta enorme movida. Ni mucho menos las dudas que genera respecto de su origen. Tal como lo adelantó este diario, el cónclave de Villa La Angostura, perfectamente evitable desde el punto de vista del Estado, pero al parecer necesario para que el candidato se sacara una foto con Macri, le costó a las arcas provinciales no menos de 220.000 pesos. Así lo certifica el decreto 203 de febrero pasado.

En el otro extremo de los desvelos oficiales, el frente opositor transversal trabaja para organizar su próximo encuentro, que tendrá lugar el 8 de mayo, muy probablemente en la universidad, y en el que se debatirán los lineamientos de una propuesta alternativa.

En ese espacio, se descarta que se terminaron los acuerdos electorales y que para capturar al electorado, fatigado de tanto MPN pero no por ello dispuesto a saltar al vacío, es necesario construir una propuesta viable.

También, se baraja la posibilidad de comenzar una movida provincial en torno del presupuesto. La idea es que la sociedad en su conjunto y no sólo el aparato gobernante tenga participación en un tema tan sensible como es el destino de los cuantiosos recursos que recibe la provincia. La movida permitiría llevar el debate esclarecedor primero a los municipios opositores y luego al resto de la provincia. Es sabido que la oscuridad y el silencio son cómplices ideales de cualquier despojo.

Héctor Mauriño

vasco@rionegro.com.ar


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