Pereyra contra las empresas de servicios: hacen prácticas extorsivas y mafiosas
El titular del sindicato de Petroleros Privados arremetió contra las firmas que anunciaron pagos de salarios en cuotas, recortes más profundos que el acordado y planes de retiro masivos. Advirtió que harán las denuncias correspondientes si vulneran derechos.
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El secretario general del sindicato de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, arremetió contra las empresas de servicios petroleros que en los últimos días anunciaron el pago de salarios en cuotas o incluso recortes de pagos mayores al acordado con los gremios, y remarcó que «usan a los trabajadores y a sus familias como rehenes para obtener vaya a a saber qué rédito».
En una llamativa coordinación, se conocieron en los últimos días documentos de varias de las empresas de servicios petroleros más grandes del país, y la mayoría de ellas firmas internacionales, en los que informaban a sus empleados sobre pagos en cuotas de los haberes, en algunos casos advirtiendo que no saben cuándo pagarán la segunda parte de los salarios, pero también se informó de planes de retiro masivo y suspensiones masivas.
«Cuesta entender que en momentos en que la solidaridad es la norma en todo el mundo, un grupo de poderosas empresas optan por cartelizarse y desarrollar prácticas extorsivas y mafiosas», aseguró Pereyra en un comunicado emitido hoy que tituló como «repudio a la ética de la miseria».
El dirigente remarcó que «ante la crisis que ataca al sector hidrocarburífero, este grupo de empresas multinacionales optan por mostrar la peor cara posible y desechar como papel viejo toda la ética que se cansan de declamar cuando las tajadas de torta son grandes y les engordan los bolsillos».
Pereyra recordó que hace pocos días se firmó un acuerdo entre los gremios y las cámaras empresarias tanto de las operadoras (CEPH) como de las empresas de servicios (CEOPE) y señaló que «es difícil comprender como tras haber firmado un acuerdo multipartito con operadoras y organizaciones sindicales de todo el país, estas empresas de servicios deciden usar a los trabajadores y a sus familias como rehenes».
En el escrito Pereyra advirtió que «no solo amenazan al hombre o mujer como individuo, sino que incumplen la ley argentina y juegan con el destino de cientos de pequeñas empresas que fueron contratadas y que ahora tampoco cobran los servicios prestados».
En ese sentido advirtió que «de persistir en esta prácticas vidriosas se avanzará, con nombre y apellido de cada empresa, en denuncias ante las autoridades administrativas del ministerio de Trabajo de la Nación, la CGT y Organizaciones Internacionales como la OIT».
Las medidas adoptadas por las firmas fue calificada por Pereyra como una «vergonzosa miserabilidad empresaria» dado que señaló que «mienten y pretenden, todos al unísono, usar a los trabajadores como elemento de presión».
Y planteó que «quizás deban recapacitar y entender que tras esta crisis la actividad volverá a empujar la economía del país. Ellos volverán a trabajar y hablarán de ética y buenas prácticas empresarias. Es ahora, cuando hace falta, que deben hacer gala de eso que pregonan».
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