Doble femicidio en Las Ovejas: pasar a la ofensiva para romper el silencio
Los investigadores llevan ocho días sin colaboración de los pobladores. Ahora cambiaron la estrategia y pasaron a la ofensiva.
Desde que Lorenzo Muñoz se escapó, casi ante la vista de los policías de Las Ovejas que no atinaron a perseguirlo, hallarlo es la obsesión de los investigadores del doble femicidio. Pero se encontraron con un obstáculo que no esperaban: el profundo silencio de los pobladores de la zona.
El norte neuquino está conmocionado por el doble femicidio de Carina y Valentina. Pero de ahí a colaborar con los investigadores hay un trecho que nadie cruzó todavía. Y sin datos, la búsqueda se complica.
Ni las charlas permanentes con vecinos y puesteros, ni la recompensa de 1.350.000 pesos, sirvieron para quebrar el silencio espeso que rodea el caso.
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Nadie vio a Muñoz. Nadie lo vio pasar hacia aquí o hacia allá. Nadie vio un movimiento extraño en ningún puesto. Nadie alteró su rutina diaria, ni hizo viajes inesperados a los bosques que rodean este pequeño poblado.
Muñoz desapareció, nadie lo vio, y algunos hasta parece que quieren olvidarlo.
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Anoche los investigadores pasaron a la ofensiva. El allanamiento, los secuestros, las detenciones, aunque sea por unas horas, tienen dos objetivos: conseguir datos concretos sobre el paradero de Muñoz, y romper la inercia.
La persona allanada anoche es de muy estrecha confianza del prófugo, y hay tenues indicios de que podría haberlo ayudado a escapar.
Por eso se irrumpió en su vivienda. Y podría no ser el único allanamiento en el día de hoy.
Los investigadores cambiaron de táctica. A la persuasión y la seducción del dinero, le sumaron ahora la agresividad.
El mensaje que quieren dar es: no hay intocables en el pueblo, los sospechosos serán perseguidos, y ayudar a un prófugo trae consecuencias.
Habrá que ver si les da resultado.
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