Quieren unificar la legislación de áreas protegidas en Bariloche

Una propuesta para crear el “sistema municipal de áreas naturales protegidas” que agrupe las que ya existen -con distintos estatus de protección- más las que se creen a futuro, quedó bajo análisis del Concejo Deliberante y ya topó con una opinión adversa de parte del Ejecutivo municipal.

Si la ordenanza resulta aprobada habrá parámetros uniformes para la gestión y administración de una docena de áreas ya existentes, como el bosque municipal Llao Llao, la isla Huemul, el parque Jardín Botánico y varias reservas naturales urbanas, cada una con su plan de manejo.

La autoridad de aplicación sería la secretaría de Planeamiento municipal y cada área protegida deberá tener un “consejo asesor” con participación de la comunidad, como ya existen en la actualidad, aunque su funcionamiento es muy desigual.

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El trasfondo del proyecto son los puntos de tensión que existen entre algunos proyectos inmobiliarios y el reclamo de que no avancen sin “licencia social”.

El subsecretario de Planeamiento, Alfredo Allen, opinó que aprobar la ordenanza sería incurrir en una sobreabundancia legislativa. Dijo que hay regulaciones en cantidad, incluidas varias áreas con su plan de manejo aprobado, “y lo que hay que hacer es cumplirlos”.

En respuesta a las críticas sobre las comisiones asesoras que no se reúnen, Allen dijo que convoca regularmente la del parque Llao Llao, y que las de algunas de las reservas urbanas más conflictivas como El Trébol también viene de tener encuentros periódicos, mientras que la de Morenito/Ezquerra “está citada para la próxima semana”.

Refirió también que llevan adelante un proyecto importante con la isla Huemul -abandonada durante años-, con la intención de recuperar el muelle y algunos senderos para la próxima temporada.

Allen criticó la creación de áreas protegidas sin debido fundamento. Dijo que la de Alto Jardín Botánico es “apenas una franja de 200 metros por 17, poco más que una vereda”, y la del cerro Carbón, nunca pasó de los papeles y carece de plan de manejo.

“No hacen falta nuevas áreas protegidas, hay que trabajarlas y cumplir los planes -afirmó el funcionario-. Pero es difícil cuando hay tantos ambientalistas de escritorio”.

Allen mantuvo en el último tiempo varias confrontaciones con vecinos que denunciaron manejos irregulares en algunas áreas naturales, por ejemplo el bosque Llao Llao. Según el funcionario, allí comenzaron a recuperar senderos, mejorar el desagüe del lago Moreno y trabajar en la prevención de incendios con el retiro de material combustible, “como lo prevé el plan de manejo, que nunca se cumplió”.

Los ejes de análisis

El proyecto de ordenanza fue presentado el mes pasado y lleva la firma del concejal Leandro Costa Brutten (Incluyendo Bariloche). Establece que todas las áreas protegidas, espacios verdes y reservas urbanas de la ciudad pasarán a integrar un “sistema”, alineado con las prácticas “nacionales e internacionales” en la materia, algo que hasta hoy el municipio nunca previó.

Sostuvo que ese ordenamiento no solo será una herramienta para prevenir de mejor manera la degradación ambiental sino también que “facilitará el acceso a soporte técnico y asesoría legal”.

El proyecto prevé que a las 12 áreas protegidas ya existentes puedan agregarse otras a futuro. Existen proyectos hasta ahora frustrados o postergados, como el que buscó generar una nueva área protegida en el Mallín del kilómetro 12 y otro que comprendería las “altas cuencas” ubicadas en el cerro Catedral.

Allen cuestionó esta última iniciativa. “Ahí hay mucha política”, afirmó. Una de LAS motivaciones expresas del proyecto de Costa Brutten, según se lee en los fundamentos, es la urbanización acelerada que registra Bariloche y su “presión insostenible sobre los ecosistemas”, que compromete no solo la biodiversidad y el entorno natural, sino al turismo como actividad económica principal de la ciudad.

El sistema de áreas protegidas buscaría consolidar el encuadre normativo para preservar tierras tanto públicas como privadas con el fin de acotar “el desenfrenado avance inmobiliario”, y con la expresa condición de asegurar “la participación vecinal como observadores y garantes”.

En su respuesta por escrito al Concejo, el subsecretario Allen advirtió que “crear un nuevo sistema puede generar confusión y duplicación de esfuerzos”. También dijo que le preocupa la incorporación de “más burocracia y estructuras difíciles de mantener”, y propuso que se fortalezca la legislación ya existente, con la idea de mejorar “la cooperación entre diferentes niveles del gobierno y organizaciones para abordar la conservación de las áreas naturales”.