Crece la polémica por un megaproyecto hotelero en Bariloche
El arquitecto a cargo defendió el hotel y restorán Cauma, que está en plena construcción, mientras grupos ambientalistas y vecinales exigen al municipio "la nulidad de todo el proceso".
Las implicancias urbanísticas y el impacto ambiental derivados del proyecto hotelero Cauma que se construye en la zona oeste de Bariloche, junto al lago Moreno, fueron subrayados una vez más por varias organizaciones sociales que reclaman su paralización y lograron pronunciamientos de apoyo en el Concejo Municipal, la Defensoría del Pueblo y el Tribunal de Contralor.
En tanto, el arquitecto Gonzalo Navarro -uno de los responsables de la obra– dijo que tienen todas las habilitaciones municipales en regla y afirmó que los trabajos continúan su marcha, incluida la “demolición” de un morro donde estará asentado el hotel “boutique” de alta gama, con capacidad para 64 huéspedes, más un edificio contiguo donde funcionará un restorán.
Navarro aseguró que cumplieron con todo lo que les pidió el municipio, incluidos los estudios ambientales y relató en detalle toda la gestión realizada a lo largo de cuatro años, a partir de la primera “consulta preliminar”.
Dijo también que existieron instancias de “participación ciudadana”, a pesar de que su omisión es una de las principales críticas. Habló de “una primera reunión en el club de Regatas”, donde hubo varias decenas de personas. Y los asistentes solo dejaron en claro que “no querían que el hotel se haga y no dieron ninguna respuesta proactiva”.
Pero “a pedido de la municipalidad”, la empresa incluyó un convenio de “externalidades”, que los obliga a construir un derivador de tránsito sobre avenida Bustillo, mantener la calle de acceso y construir una escalera sobre el lago.
Nada de esto es relevante para las organizaciones que se oponen a Cauma, las cuales se quejaron por el “secretismo” que impuso la municipalidad, las negativas reiteradas a sus pedidos de acceder al expediente (que recién pudieron obtener hace pocas semanas) y al incumplimiento de las normativas que obligan a obtener “licencia social” para proyectos de esa envergadura.
Pedido de paralización
Los grupos enfrentados con el municipio por el caso Cauma -entre los que aparecen el Observatorio por el Derecho a la Ciudad, Árbol de Pie, varias juntas vecinales del oeste y los vecinos promotores de las reservas naturales urbanas El Trébol y Morenito/Ezquerra– reclamaron a la secretaría de Planeamiento Territorial que “paralice la obra, dicte la nulidad de todo el proceso administrativo y archive este nefasto proyecto”.
Recordaron que Cauma estaría asentado dentro de la jurisdicción de la reserva Laguna El Trébol y el camino de ingreso cruza la reserva Morenito/Ezquerra. Ambas áreas protegidas tienen sus planes de manejo y sus comisiones mixtas de gestión, que no fueron convocadas en ningún momento para analizar el proyecto, como obligan las normativas.
Diego Mamman, de la reserva Morenito, explicó que “hay 27 puntos con irregularidades” que detectaron en la revisión del expediente y negó que haya existido audiencia pública, como alega la empresa. “Nunca hubo una invitación formal a las juntas”, advirtió.
Otra vecina, María Ruffo, dijo que “todo es todo muy borrascoso y quieren avanzar igual, contra las normas específicas de las reservas naturales urbanas”.
Los grupos opositores esgrimieron como un triunfo las recientes notas emitidas por el Concejo Municipal, la Defensoría del Pueblo y el Tribunal de Contralor que pidieron al Ejecutivo la paralización de las obras “hasta que se verifiquen los hechos denunciados, ya que se podría estar perjudicando un bien superior, que es el medio ambiente”.
Ajustado al “Plan del Oeste”
El arquitecto Navarro dijo que la actuación que realizó el municipio en febrero y que ordenó frenar los trabajos porque los inspectores no pudieron ingresar al terreno “ya quedó desestimada” y la obra continúa “de acuerdo a lo previsto”. Insistió en que “todo está aprobado”, que Cauma se ajusta al “plan de desarrollo urbano ambiental” del Oeste y que esa regulación “es más estricta que los planes de manejo de las reservas urbanas”.
Refirió por ejemplo que a partir de las observaciones del municipio rediseñaron el sistema de tratamiento de efluentes con un bombeo del residuo hacia los lechos en la parte superior del predio, para alejarlos del lago.
El terreno involucrado tiene una superficie de 5,5 hectáreas, el edificio del hotel está proyectado sobre 6.600 metros cuadrados en cuatro plantas, y el restorán tendría 1.000 metros cuadrados.
Navarro es firmante de los planos junto a su colega Alberto Fantin. Este diario le preguntó quiénes son los dueños de Cauma, pero se negó a brindar los nombres. Dijo solo que son “argentinos, que no viven en el país” y que no tienen antecedentes en el rubro hotelero, pero hoy están en pleno desarrollo de proyectos del mismo tipo en otras partes del mundo.
(fin)
Las implicancias urbanísticas y el impacto ambiental derivados del proyecto hotelero Cauma que se construye en la zona oeste de Bariloche, junto al lago Moreno, fueron subrayados una vez más por varias organizaciones sociales que reclaman su paralización y lograron pronunciamientos de apoyo en el Concejo Municipal, la Defensoría del Pueblo y el Tribunal de Contralor.
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