Rice defendió la estrategia de Bush

WASHINGTON (AFP) – La consejera de seguridad nacional de la Casa Blanca Condoleezza Rice defendió ayer la política antiterrorista de la administración Bush, admitió fallas de los servicios de inteligencia y afirmó que que ni siquiera una «bala de plata» o solución milagrosa hubiese logrado evitar los atentados de Al-Qaeda contra Estados Unidos el 11 de setiembre de 2001.

Rice aseguró que el presidente estadounidense George W. Bush comprendió la amenaza que implicaba Al Qaeda apenas asumió el cargo en 2001 y dijo que Irak no era en ese momento una prioridad en la agenda de su política exterior.

La consejera y amiga personal de Bush señaló también que los gobiernos precedentes desde comienzos de la década del ochenta no tomaron suficientemente en serio las amenazas terroristas, hasta que se produjeron los devastadores ataques en Nueva York, Washington y Pensilvania.

Admite errores

«Por más de 20 años, la amenaza terrorista fue creciendo y la respuesta de Estados Unidos a través de varias administraciones de ambos partidos fue insuficiente», señaló Rice en el Congreso, frente al cual se concentraron centenares de personas para escuchar el testimonio. «Los terroristas estaban en guerra contra nosotros pero nosotros no estábamos en guerra contra ellos», afirmó Rice, que se expresó con serenidad, sonriendo a veces aunque sin manifestar emociones.

«El presidente Bush entendió la amenaza y comprendió su importancia «dijo «Fue realmente la primera decisión de seguridad nacional de la administración Bush, no Rusia, no la defensa antimisiles, no Irak, sino la eliminación de Al Qaeda», agregó.

Durante la audiencia que fue retransmitida en directo por las principales cadenas de radio y televisión del país, los integrantes demócratas de la comisión bipartidista hicieron fuertes cuestionamientos a Rice.

Richard Ben Venise fue el primer demócrata en apuntar sobre el informe que ella entregó a Bush el 6 de agosto de 2001 bajo el título «Ben Laden determinado a atacar dentro de EE.UU.». En medio de aplausos, Ben Veniste demandó la desclasificación de ese documento, del cual la funcionaria sostuvo que no tenía amenazas específicas. «No advertía sobre ataques dentro de Estados Unidos. Era información histórica basada en un viejo informe», respondió. «El informe de la amenaza que recibimos en la primavera y el verano (boreales) de 2001 no fue específico acerca del tiempo, del lugar o de la modalidad del ataque», agregó. «No había ninguna bala de plata que hubiera podido prevenir los ataques del 11 de setiembre», sentenció. «Nada en ese memorando sugería la posibilidad de un ataque contra Nueva York o Washington. » de los atentados, dijo.

Rice también admitió que el presidente Bush, y sus más directos asesores analizaron la posibilidad de «hacer algo contra Irak» tras los atentados del 11-S. «Dado que ésta era una guerra global contra el terrorismo, ¿había que mirar sólo a Afganistán, o también a la posibilidad de hacer algo contra Irak?. Se habló de eso», dijo Rice ante la comisión.

Rice afirmó que la Casa Blanca mantendrá el mismo rumbo en la lucha antiterrorista y recordó que su país está «en guerra» y seguirá estando en guerra hasta que derrote al terrorismo. Llevar democracia a Medio Oriente es el «desafío generacional» del gobierno, dijo la consejera . «Creo fervientemente, y el presidente cree fervientemente, que esto es verdaderamente un desafío generacional», dijo Rice sobre cómo manejar el terrorismo y «descontento» en la región.

Tras declarar, la consejera se reunió con la familia presidencial en el rancho texano para pasar allí Pascuas.

Algunos familiares expresaron su enojo por las respuestas de Rice. Patty Casazza, quien perdió a su esposo en el World Trade Center, afirmó que «ellos claramente podrían haber minimizado si no frustrado el ataque si hubieran advertido al pueblo americano».