Río Negro y Neuquén impulsan la ventilación y monitores del aire contra el COVID-19
Científicos y médicos han organizado campañas con videos y capacitación para que la ventilación cruzada se implemente de manera continua.
La inhalación de aerosoles emitidos por una persona infectada de coronavirus se van acumulando. De ahí la importancia de la ventilación.
Una de las vías de transmisión del coronavirus se realiza a través de la inhalación de aerosoles emitidos por una persona infectada. Son pequeñas gotitas de fluido respiratorio que los seres humanos emiten al respirar, hablar, gritar o al cantar. Pero son invisibles y puede estar en el aire sin que otras personas las perciban. Se van acumulando más en ambientes cerrados, y aumentan el riesgo de contagio para las personas que comparten el lugar.
Científicos y médicos de las provincias de Río Negro y Neuquén ahora impulsan diferentes campañas para que los lugares de trabajo, las escuelas, los hospitales y otros lugares cerrados adopten medidas de ventilación cruzada a pesar del invierno y coloquen monitores que sirven para medir los niveles de dióxido de carbono. Al conocer esos niveles de dióxido de carbono, que se exhala al respirar, se puede determinar si una habitación necesita más ventilación para reducir el riesgo de contagio del coronavirus.
Al ser tan pequeños, los aerosoles con el virus pueden permanecer flotando en el ambiente incluso durante horas. Se comportan como el humo de cigarrillo que emite una persona que consume cigarrillos de tabaco. Al usar barbijo de al menos 3 capas con buen ajuste a toda la cara, mantener distancias de al menos 2 metros y ventilar el ambiente cerrado de trabajo o escuela, se reduce el riesgo de contagio.
En Río Negro, la iniciativa partió de un equipo de profesionales de la ciudad de Bariloche de diversas disciplinas. Hicieron un documento informativo para explicar la importancia de ventilar ambientes cerrados en el marco de la pandemia por COVID19. Son investigadores del Instituto de Investigaciones en Diversidad Cultural y Procesos de Cambio, que depende de la Universidad Nacional de Río Negro y del Conicet; el Instituto de Nanociencia y Nanotecnología; y de la Comisión Nacional de Energía Atómica junto a profesionales del área de comunicación de la Secretaría de Extensión y Cultura Científica del Instituto Balseiro.
Con un lenguaje asequible y pedagógico, los investigadores ponen énfasis en la importancia de ventilar los ambientes para prevenir contagios de COVID-19.
El material, gráfico y digital se distribuye en escuelas de Bariloche y regiones aledañas, así como también en merenderos, comedores e instituciones quienes previamente ya han recibido los sanitizantes producidos y distribuidos por investigadores de CNEA. Además, se entregará material gráfico a la Municipalidad de San Carlos de Bariloche para que se distribuyan en espacios públicos.
En tanto, en Neuquén, desde la Red de Abordaje Comunitario que está enfocada en la prevención y el control del Covid-19, también presentó videos. El médico Martín Sapag explicó que hay 5 pasos para prevenir los contagios a través de la ventilación cruzada que están basados en una guía de la Universidad de Harvard de los Estados Unidos. ¿Cuánto hay que ventilar? Depende de parámetros objetivos en base a la superficie del lugar y a la ocupación, señaló a RIO NEGRO Martín Sapag, médico pediatra y epidemiólogo. Primero, hay que medir las dimensiones del espacio cerrado donde habrá personas, como por ejemplo un aula. El segundo paso es comprobar cómo se vive en ese espacio, y en tercer lugar, estimar la tasa de ventilación del aire exterior. En cuarto lugar, se comparan resultados con objetivos, y en quinto lugar, considerar estrategias para mejorar la limpieza del aire para lograr los objetivos.
La Red de Abordaje Comunitario, que está formada por 1.500 voluntarios, organizó la movida en conjunto con la Subsecretaría de Ciudades Saludables, del Ministerio de Ciudadanía de Neuquén.
En marzo pasado, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina también había lanzado la campaña Ventilar para promover espacios cerrados seguros. Allí se recomendó aumentar la apertura de puertas y ventanas cuando el nivel de dióxido de carbono supere las 700 ppm (partes por millón de masa de aire).
Además se aconsejaron estas medidas:
– Procurar que haya la menor cantidad de personas durante el menor tiempo posible. Se recomienda un aforo menor a 1 persona cada 2,25 a 4 m2 (con distancia entre ellas de 1,5-2 m).
– Reducir la ocupación en los ambientes donde no se pueda aumentar la ventilación exterior.
– Ventilar siempre, todo lo que sea posible, de manera continua. Las normas internacionales para salas comunes, residencias y aulas recomiendan el ingreso al ambiente de 12,5 litros / segundo de aire exterior por persona.
– Abrir las puertas y ventanas exteriores, idealmente con ventilación cruzada (ventanas y puertas en lados opuestos) y de manera continua.
– En escenarios de bajas temperaturas, para una correcta ventilación, mantener abiertas las ventanas como mínimo 5 cm de manera constante.
– En el auto, abrir una ventanilla de adelante y una ventanilla de atrás, del lado contrario (por ejemplo, ventanilla derecha delantera y ventanilla izquierda trasera), por lo menos 5 cm.
– En el colectivo, abrir como mínimo una ventanilla en la parte de adelante y otra en la parte de atrás, de lados opuestos.
– Hacer funcionar los sistemas centrales de ventilación, calefacción o aire acondicionado en los edificios que exista. Los sistemas deben funcionar desde 2 horas antes con el mayor recambio de aire exterior y hasta 2 horas después de que se ocupe el edificio.
– Utilizar extractores para remover el virus por desplazamiento del aire hacia el exterior.
– Utilizar ventiladores que incrementen la velocidad de intercambio del aire interior-exterior con ventanas y/o puertas abiertas. Evitar ubicar los ventiladores de manera tal que puedan provocar que el aire contaminado fluya directamente de una persona a otra.
– Flexibilizar los criterios de confort con el fin de obtener un máximo ingreso de aire exterior.
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