24 de Marzo en Bariloche: «La memoria es la manera de reparar históricamente»
El intendente Gennuso valoró el sentido de este día, en el acto oficial de Bariloche. Oscar Fernández, exiliado en la Dictadura, leyó un poema dedicado a los estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, en México y trazó un paralelismo con el rol de las madres.
En el edifico histórico del Centro Cívico de Bariloche se exhibieron gigantografías con las palabras Memoria, Verdad y Justicia.
En el acto oficial por el Día de la Memoria, por la verdad y la Justicia, organizado por la Municipalidad de Bariloche, el intendente Gustavo Gennuso valoró el significado de este día y la necesidad de mantener vivo el recuerdo. También Oscar Fernández, un dirigente exiliado por la Dictadura, rememoró aquellos años siniestros y resaltó la tarea de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
El edificio histórico del Centro Cívico amaneció con tres gigantografías en la fachada con las palabras Memoria, Verdad y Justicia, en alusión a este día sentido que se transita en Argentina y que recuerda el trágico golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976.
«La palabra memoria es muy importante, la memoria es la manera de reparar históricamente lo ocurrido», sintetizó el intendente Gennuso quien afirmó vivir este día de una manera «intensa» emocionalmente.
Enfatizó que se debe «contarle a los jóvenes y a nuestros descendientes lo que nos costó la Democracia» y rememoró que en los años de la Dictadura «el país estaba muy convulsionado y por otro lado muy adormecido».
Gennuso invitó a subir al escenario a Oscar Fernández, un dirigente exiliado en la Dictadura, que recordó que residía en La Plata en los años del inicio del golpe militar y aludió a anécdotas de aquellos años.
«Si hay una palabra que por sí misma ya describe el horror y que inspira terror es la palabra desaparecidos. Y en el peor de los momentos donde desaparecía la gente, hubo quienes tomaron la posta y quienes se animaron con todo el miedo, pero que pusieron por encima del miedo trataron de hacer algo y esas fueron las madres, las madres en buscar a sus hijos», valoró Fernández quien remarcó el rol de las mujeres.
Fernández destacó la figura del obispo Miguel Hesayne, quien estuvo en la Diócesis de Viedma, a quien mencionó como un «profeta» que ayudó al «Negro» Ayala y a Bachi Chironi a que aparecieran con vida tras ser secuestrados por la Dictadura.
También leyó un poema dedicado a los estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa en México e hizo un paralelismo con lo ocurrido y con el valor de las madres en la búsqueda.
Poema completo difundido por la mexicana Marcela Ibarra Mateos y leído en el acto de Bariloche:
Mamá, si desaparezco, ¿adónde voy?
No lo sé, hijo.
Solo sé que si desaparecieras te buscaría entre la tierra y debajo de ella.
Tocaría en cada puerta de cada casa.
Preguntaría a todas y a cada una de las personas que encontrara en mi camino.
Exigiría, todos y cada uno de los días, a cada instancia obligada a buscarte que lo hiciera hasta encontrarte.
Y querría, hijo, que no tuvieras miedo, porque te estoy buscando.
Y si no me escucharan, hijo;
la voz se me haría fuerte y gritaría tu nombre por las calles.
Rompería vidrios y tiraría puertas para buscarte.
Incendiaría edificios para que todos supieran cuánto te quiero y cuánto quiero que regreses.
Pintaría muros con tu nombre y no querría que nadie te olvidara.
Buscaría a otros y a otras que también buscan a sus hijos para que juntos te encontráramos a ti y a ellos.
Y querría, hijo, que no tuvieras miedo, porque muchos te buscamos.
Si no desaparecieras, hijo, como así deseo y quiero.
Gritaría los nombres de todos aquellos que sí han desaparecido.
Escribiría sus nombres en los muros.
Abrazaría en la distancia y en la cercanía a todos aquellos padres y madres; hermanas y hermanos que buscan a sus desaparecidos.
Caminaría del brazo de ellos por las calles.
Y no permitiría que sus nombres fueran olvidados.
Y querría, hijo, que todos ellos no tuvieran miedo, porque todos los buscamos.
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