Bariloche unirá turismo y ciencia con un nuevo circuito

El Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (Ipatec) apuesta a una lograr una sinergia entre los dos motores económicos más importantes de Bariloche, el turismo y la ciencia y la tecnología. El año próximo, este organismo que depende del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue pondrá en marcha un circuito turístico y educativo, orientado a estudiantes, turistas y productores.

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La primera en intentarlo fue empresa estatal Invap con un sistema de visitas que no logró una llegada masiva a la gente.

En este caso, el lugar será sumamente atractivo para los visitantes ya que se encuentra emplazado en el Centro de Salmonicultura, a mitad de camino del cerro Catedral. El complejo fue construido por el gobierno nacional a finales de 1930 con la idea de en marcha un centro de acuicultura que, en 1995, fue transferido a la provincia de Río Negro. Años después, el predio fue cedido a la universidad para montar un centro de investigación y un criadero de truchas.

El paseo interactivo se emplazará en 6,5 hectáreas y dispondrá de cinco módulos vinculados a las líneas de trabajo del Ipatec (microbiología, acuicultura, agricultura familiar, biotecnología y eficiencia energética).

“La idea es que sea un circuito visitado por escuelas para despertar vocaciones científicas, por turistas para que conozcan lo que se hace en ciencia y la transferencia al sector productivo y también a productores interesados en innovaciones, desde la construcción hasta alimentos fermentados”, resumió Diego Libkind, director del Ipatec y coordinador del proyecto turístico educativo.

Los visitantes ingresarán por una especie de container azul que funcionará como centro de recepción, con capacidad para 20 personas. Libkind aclaró que “se trata de una especie de microcine donde se proyectarán audiovisuales cortos sobre las líneas de investigación del Ipatec”.

La segunda etapa del circuito consistirá en una visita a una casa económica y de bajo consumo energético, de 55 metros cuadrados, que se encuentra en proceso de diseño. “Es ideal para replicar en poblaciones rurales y periurbanas sin red de gas natural. Esta casa funcionará como oficina del grupo que la diseñó pero, a la vez, como lugar de exposición donde se explicará cómo hacer paredes para mejorar la aislación o de qué manera disponer las ventanas para aprovechar la energía solar”, detalló Libkind. El diseño ya pasó “un filtro” de los especialistas que sugirieron mejoras y próximamente, se plasmará en un prototipo que ya dispone del 80% de los fondos para construirlo.

Los caminos que conduzcan a cada uno de los módulos también tendrán contenido. Los visitantes atravesarán un sector boscoso, rodeado de pinos, donde podrán observar el impacto de las especies exóticas sobre la flora y su confrontación con las especies nativas.

La tercera parada es un invernadero convencional que permitirá entender cómo son aprovechados los microorganismos nativos para favorecer el crecimiento de ciertas plantas, como lechuga, tomate o incluso, álamos y pinos.

El paseo continúa con la visita a un invernadero no convencional, llamado “Cuatro estaciones”. Se trata de una estructura mucho más robusta pensada para el invierno que los investigadores evalúan patentar. Libkind explicó que, en este sector, se cultivarán especies que hasta ahora solo se cultivaban en verano, aprovechando la energía solar. El objetivo es mostrar las diferencias entre ambos viveros.

“La idea del paseo es que la gente, en cada parada, pueda tener contacto con la tierra y hacer manualidades. O, por ejemplo, puedan cargar el termo para el mate donde está el panel solar “, dijo Libkind.

La recorrida continúa por un jardín de lúpulo hasta el edificio de Creltec, el centro de referencia en levaduras y tecnología cervecera. Habrá una visita a una fábrica experimental de cerveza donde se mostrará el proceso de la levadura para abastecer a los cerveceros. No faltarán historias vinculadas a levaduras e incluso, habrá una zona de degustación de “cervezas inéditas”.

El circuito concluye con una muestra de acuicultura. Desde un deck, el visitante podrá acercarse para observar los cultivos de truchas de distintos tamaños y conocer proyectos, como la adaptación de las truchas al cambio climático y cuestiones vinculadas a la conservación.

Libkind manifestó que la gente podrá conocer “en vivo y en directo” los trabajos del Ipatec que se complementará con una propuesta gastronómica. “La idea también es que la gente se pueda llevar cervezas, panificados con levaduras autóctonas, plantines o truchas ahumadas”, expresó. Definió el circuito como “un proyecto transversal del Ipatec que une a distintos grupos. Recibimos financiación de distintas fuentes que vamos inyectando y el Instituto Superior de Educación Técnico Profesional ayudará para adecuar los contenidos”.