Cuando se empezó a vender “bueno, barato y bonito” en la ciudad de Neuquén

Corrían los años 60 en la ciudad de Neuquén, cuando en un punto estratégico, entre el Alto y Bajo, se construyó un edificio que se convertiría en uno de los avances económicos más importantes de la capital en esos tiempos. Se trata del primer Mercado Municipal, lo que hoy sería el Mercado Concentrador que se ubica sobre la ruta 7, camino a Centenario.

Lee También

Descubrí la intrigante historia detrás de una antigua foto de la avenida Argentina, en Neuquén

En este caso, quedaba en el corazón del ejido urbano. Una construcción de dos plantas, integradas por enormes “naves” con paredes venecianas de color verde fue inaugurada en septiembre de 1960 convocando a un centenar de comerciantes que buscaban multiplicar sus ventas.

Estaba ubicado en calle Teodoro Planas, entre San Luis y La Pampa. Fue construido por el arquitecto Teodoro Müller, artífice de varias construcciones emblemáticas de la capital.

Allí, los vecinos de la ciudad podía acceder a todo tipo de alimentos, desde carnes rojas y blancas hasta cereales y frutas y verduras. Al no tener un intermediario para la compra venta de productos, los precios eran mucho más accesibles y llegaban frescos desde el lugar de producción.

Luego de la llegada de la dictadura cívico militar en 1976, el lugar fue ocupado por el Ejército para ser utilizado como ”base de operaciones”. Con el regreso de la democracia, el espacio se recuperó y se reconvirtió primero en Escuela de Cerámica y luego a fines de los 90 en la Escuela Municipal de Danza Contemporánea. Pero no hay un antiguo poblador que no recuerde lo que en ese edificio se gestó. Por suerte su fachada se mantiene.

Lee También

El museo que nació de la voluntad popular en Neuquén