Suena raro y sin esfuerzo

«El sello discográfico nos invitó a participar y como en una oportunidad ya habíamos hecho covers de Sandro, inmediatamente aceptamos. Lo escuchábamos todo el tiempo en radio, en películas, y sin dudas grabamos una de las canciones que más nos gusta. Es del Sandro de la época de «Los de fuego» (1968), quizá el último tema que hizo en esos años. «Atmósfera pesada» fue un placer y espero sea un homenaje más que justo a un tipo que significa tanto para la música argentina. «Atmósfera…» tiene mucho que ver con Virus o sea que prácticamente lo armamos tal cual lo hizo Sandro, pero suena a Virus. Raro. No tuvimos que hacer mucho esfuerzo, por suerte. Básicamente Sandro es un roquero y nosotros también. Lo sentimos muy natural, no tuvimos que trasladarnos de situación y tomar una actitud especial. Específicamente «Atmósfera…» es muy Virus. Tanto que lo hicimos absolutamente con nuestro concepto y sin embargo nos recalcan que respetamos la versión original. No nos costó. Salvando las distancias tiene un paralelo notable con nosotros y yo rescato lo sencillo que fue grabarlo.

Marcelo Moura

Con él vibramos

«Siempre se trabaja con un poquito de temor o reparo pensando qué pasará si al chabón (por Sandro) no le gusta. Creo que le debe haber gustado… No nos podemos jactar de ser buenos o no, pero sí de escuchar a Sandro desde hace muchísimo tiempo. Tengo treinta y un años y desde los seis recuerdo escucharlo en mi casa; ya ponía solo el tocadisco, un Winco, y escuchaba. Empecé jugando con las revoluciones, pasando de 33 (r.p.m.) a 45 y luego descubrí que el vibrato particular de ese tipo me atraía muchísimo, la interpretación, el dramatismo. Sandro llegaba a llorar en una canción triste, a desparramar carcajadas en una muy alegre, me atrajo. Mariano (Martínez guitarra y coros) del grupo, es fanático; sabemos mucho de él, tenemos casi todos sus elepés. Medio que somos experimentados. En el disco hay una frase: «vivir la fantasía (el honor, dice en verdad) de ser Sandro por un día». Para mí, por un momento sentir (remarca) Sandro, porque nunca va a haber nadie como él. Sí lo sentimos. Al grabar sentimos una esencia suya, vibramos como él. Sentimos por qué «Dame el fuego de tu amor», por qué «sin tu fuego se apaga mi vida».

Ciro Pertusi

Capturando la esencia

«En este caso particular no fue un conflicto, sino un desafío. Conflictivo sería hacer algo que no me gusta. Acá me parece que la palabra más indicada es desafío; es decir, hacer una versión, apropiarse y lograr algo particular de un tema que tiene tan fuerte marca de otro. Los tonos, los giros del intérprete original son lo que menos importa; vale -y desde mi interior siento que se logró- capturar la esencia, el alma -con respeto y con amor- de lo que Sandro transmite y darle una mirada diferente. Porque el punto de vista de 1999, es absolutamente distinto al del 69.

«Supongamos… En el teatro, la misma obra (William) Shakespeare puede haber sido, en una época, una tragedia y en otra, una comedia y luego una reivindicación; depende de donde se mire, en qué contexto. En el caso de «Penumbras», es una mirada, una lectura bastante oscura, bastante dark, derruida y dramática; es Sandro colocado hoy en el espíritu de «Belmondo». Es un logro muy alto nuestro, haber encontrado el lugar donde conjugamos los cuatro -(Fernando) Samalea, Ricky (Sáenz Paz), Sebastián (Schachtel) y yo- un sonido particular y adecuado». Diego Frenkel

«El desafío fue no hacer la versión obvia, que resulta de tomar el tema tal cual está, ponerle una batería, cambiarle un poco el tempo y chau. El conflicto fue hacerlo como propio y trabajarlo desde lo que uno siente en el espíritu de la canción».

Ricky Sáenz Paz

Una especie de tango

«El dilema es tenerle respeto a la obra hasta la mitad y después perdérselo; en el buen sentido que significa vestir una canción, sobre todo cuando es tan conocida. Vestirla de nuevo con ropas que uno supone le quedan bien, aunque le sienten bien las que tenía. Seguro que hecha por nosotros no va a sonar como Sandro. Esa es la idea, que no suene como si la cantara él, de lo contrario sería una búsqueda inútil y medio simplista. Lo charlamos un poco antes y después empezó a salir el tema, el color que tomaba nos gustó y le dimos para adelante. A decir verdad, la letra no es lo que más me gusta de «Rosa, Rosa»; sin embargo, me parece que en cierto sentido es pasional y traté de pensarla como si fuera una especie de tango. Sólo que prefiero los tangos. Por eso traté de concentrarme más en la melodía y en la sonoridad de las palabras».

Iván Noble

Quitar el narcisismo

«Nos dijeron si podíamos hacer «Una muchacha y una guitarra» y la defendimos; había quedado después de la elección de los demás músicos. Raramente, ningún otro podría haber sido más propicio porque es el primer tema que canté en mi vida y el primero que nuestro bajista (Pepe Céspedes) tocó. La música es de la gente, es del viento…»

«Para hacer una canción ajena antes hay que quitarse todo el narcisismo de encima y tratar de tener la humildad suficiente como para ser la voz de otra persona, cosa que nos cuesta mucho. Creemos que lo que decimos es muy importante y hay gente que dice cosas grosas, como Sandro. Gustavo Cordera

Me lo rebanco

«Dicho por una mujer, 'Quiero llenarme de ti' se carga de otro sentido. Lo tuve en cuenta porque soy fanática de las palabras. Sabía que al cantarlo yo, cobraría una connotación distinta, más profunda. Hasta física, digamos. Real. Yo me lo rebanco (ríe a todo lo ancho de su hermosa boca). Pasa por mi cuerpo, por mi emoción, pero yo juego con eso, no tengo miedo de lo que dicen las palabras. Sé lo que digo y lo sostengo cada vez que lo canto. Lo avalo con todo…».

Erica García