Un centenar de chicos tienen en Río Negro “Familias Solidarias”

Se realiza bajo la modalidad de acogimiento familiar, por un plazo que va de 6 a 12 meses. Está a cargo de la Secretaría de Niñez,Adolescencia yFamilia en diez ciudades de la provincia.

“Un gran acto de amor”, así define Mayra Gómez la posibilidad de acoger menores en el marco del programa Familias Rionegrinas Solidarias.

En la actualidad hay 39 familias que viven esta experiencia, con 104 menores a cargo, y otras 20 están anotadas esperando su oportunidad.

Mayra fue una de las primeras en la capital provincial en una modalidad que nació en Cipolletti, hace ocho años, y desde fines de 2020 tiene respaldo legal con una ley que fue sancionada por unanimidad.

Madre de dos hijos de 8 y 11 años no dudó al sumar un adolescente de 13, cumplidos mientras estuvo en su hogar “como uno más de la familia”.

La idea surgió “después de ver un video en Facebook, empezamos a hablar sobre eso con mi hijo mayor y llegamos al punto de cuánto podíamos ayudar a una persona con cosas que para nosotros son simples, como compartir una mesa, acompañar, charlar”.

La pandemia trastocó algunos planes oficiales, pero Mayra tuvo la oportunidad de “realizar la entrevista presencial” con “las chicas” como define al personal a cargo de la iniciativa en la Secretaría de Niñez,Adolescencia y Familia de la provincia.

No dejó de valorar que sumarse a esta experiencia es “un gran acto de amor” y “te das cuenta que no la tenés tan clara con los valores de la vida. Te das cuenta cuando tenés un chico en tu casa”, enfatizó.

Reconoció que “fue una experiencia rara” porque “nos habíamos anotado para chicos de la primera infancia y me entero que había adolescentes esperando”.

“Fue todo un desafío” recordó porque “todos nos tuvimos que amoldar a las costumbres de todos” pero “cuando escuché el perfil de esa personita me llamó la atención” y, aunque surgió la posibilidad de ir de a poco, “cuando llegó para conocer la casa enseguida tomó la decisión de quedarse”.

Después de un tiempo el adolescente decidió regresar al instituto donde reside en la actualidad, en compañía de cuatro hermanitos.

Tenerlo durante ese tiempo “a mí me hizo un click la cabeza que es difícil de explicar” dijo Mayra y agregó que “te cambia la lista de prioridades”.

Pero no dudó al momento de pedir algunos cambios: “tenerlo, escucharlo, saber cómo piensan; hay muchas cosas del sistema que me gustaría cambiar con la fuerza de muchas familias que esten anotadas”.

Si bien el vínculo con el menor ya no es el mismo sigue el desarrollo del programa “a través de las chicas, porque siempre estamos en contacto” y porque “nunca sabés cuándo va a llegar el próximo” dejando en claro que es una experiencia que quiere repetir.

“Ahora con chiquititos” y enseguida aclara “porque es muy difícil esa edad (13 años); ellos buscan en uno respuestas que uno se plantea cómo le contesto para no lastimarlos. Es difícil cambiarles su historia, pero podemos mejorarles el presente”.

Contó que durante el tiempo de acogimiento “tuve que amoldar mi vida cotidiana en base a los gastos, los números y eso estaría bueno cambiarlo” y pidió para el programa una ayuda económica del Estado porque “el gasto económico pesa mucho”.

En ese sentido dijo que “hay familias que reciben grupos de hermanos, me encantaría, pero cómo hacés” se preguntó.

Algo de eso se modifica con la reciente ley porque se avanza para que los menores que son recibidos por las familias solidarias cuente con obra social y hay conversaciones con la AFIP para que, mientras dure el acogimiento, reciban también la asignación universal o el salario familiar, según corresponda.

Mayra es docente, acompañó a su madre en un jardín de infantes antes de la pandemia y ahora terminó su casa donde -en un sector ya elegido- aspira a habilitar una guardería mientras sueña con repetir la experiencia.

Los menores: Los beneficiarios de este programas se encuentrasn institucionalizados después de haber sido detectados por el equipo de Fortalecimiento Familiar de la Senaf.

Previo a la recepción por parte de una Familia Solidaria interviene la Justicia porque esos menores están con medidas de protección.

También se firma un acta donde los mayores se hacen responsables de distintas pautas, como no exponer a los menores acogidos mediante publicaciones en las redes sociales, entre otras.

Por otra parte todo el personal técnico y administrativo que participa del programa recibió la correspondiente capacitación a través de la Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar (Relaf).

De las 39 familias que tienen chicos a cargo, el 26% son de la capital provincial y un porcentaje igual de Cipolletti, el 13% están en el conglomerado San Antonio Oeste-Las Grutas y también en Roca, el 9 reside en Bariloche, el 5 en Sierra Grande y el 4% en Cinco Saltos y un procentaje similar en El Bolsón.

En el equipo siempre le decimos a las familias que pueden contar con nosotros, hay un seguimiento de cada caso”.

Karina León, Coordinadora provincial del programa en la Senaf.

El programa tiene su ley desde fines de 2020


El 22 de diciembre último la Legislatura aprobó por unanimidad el sistema provincial de Familias Rionegrinas Solidarias.

La norma establece que personas o grupos familiares brindem atención, protección, y cuidados a niñas y niños que atraviesan una situación de vulnerabilidad que pone en riesgo el ejercicio pleno de sus derechos.
En la práctica se le otorga un marco legal a un programa que ya se implementa en la provincia desde hace 8 años.

Nació en localidades “donde no había institución para alojar a los menores” contó Karina León, coordinadora a nivel provincial.

La funcionaria explicó que “es la necesidad de dar respuestas para que un niño pueda estar con una familia y no en una institución”.

Aclaró que no se trata de “familias para adoptar”porque “tiene un tiempo que es de seis meses a un año”.
Para participar en el programa las familias deben inscribirse en las diferentes sedes de la Senaf y luego superar evaluaciones psicológica y socio ambiental.

Una vez registradas se realizan diferentes talleres de capacitación para las familias.

Además del acogimiento, otra variante es la “modalidad de urgencia”, que se utiliza “en situaciones muy puntuales” y con plazos que “van hasta los 10 días” explicó León.

Datos oficiales

39
son las familias que en este momento tienen menores a cargo en ocho localidades de la provincia.
50%
de los menores que estaban alojados en el Caina de Viedma están ahora con familias del programa.

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