“Instalar una planta nuclear en la Patagonia es un sinsentido”

La industria nuclear viene en franco retroceso. Se planea cerrar la mitad de los reactores, pero no saben cómo, ni de dónde, sacar la plata porque el costo es altísimo.

Hay varias industrias del rubro en quiebra. Dos de los cinco grandes países nucleares salen del negocio (Alemania y Japón) y otros proyectan bajar su participación de manera progresiva e irreversible (Estados Unidos, Bélgica, Francia, Suiza y Corea del Sur). En este contexto, Río Negro quiere instalar una planta nuclear en el golfo San Matías, poniendo en peligro un ecosistema privilegiado y la economía regional basada en la pesca y el turismo.

Los que vivimos en el Alto Valle somos testigos de la capacidad destructora del gobierno de Weretilneck. En pocos años puso de rodillas a una ya maltrecha fruticultura, frente al negocio inmobiliario y el fracking, que con la complicidad de los intendentes compromete no sólo la economía regional, sino también la salud del río Negro y de todos los habitantes de la región más poblada de la provincia. De esta forma, se cambia una economía sustentable por otra extractiva, contaminante y perecedera. Lo mismo pretenden hacer en la costa atlántica.

Instalar en la Patagonia una planta nuclear es un sinsentido, dice Pablo Lada (Movimiento Antinuclear de Chubut), es una energía que nació maldita, relacionada a la bomba nuclear, rodeada de ocultamiento y deseos de dominación. Por eso no es casual que se trate de imponer autoritariamente, sin consulta previa, minimizando los reclamos de amplios sectores del pueblo, y con el agravante de no respetar las ordenanzas que prohíben la actividad nuclear en Viedma, Sierra Grande y San Antonio Oeste (art. 17 de la Carta Orgánica), ni la Constitución provincial (art. 84) y la ley provincial Nº 2472. Una actitud irresponsable que degrada la democracia y vulnera derechos básicos.

Después de 70 años que tiene la industria nuclear, todavía no se encontró la forma de darle una solución a los residuos radioactivos que se generan. Hasta ahora se depositan junto a la central, y de 30 a 40 años cuando deje de funcionar la planta nuclear se convertirá en un basurero en si mismo. El plutonio, su principal residuo, tiene una vida media de 24.000 años, y el contacto con una millonésima parte de un gramo causa cáncer. Desde el Partido Socialista de Río Negro rechazamos de plano la idea de que la Patagonia sea zona de sacrificio para sostener el modelo extractivista.

Diego Rodil

DNI 24.078.450

“Después de 70 años que tiene la industria nuclear, todavía no se encontró la forma de darle una solución a los residuos radioactivos que se generan”.

Diego Rodil

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“Después de 70 años que tiene la industria nuclear, todavía no se encontró la forma de darle una solución a los residuos radioactivos que se generan”.

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