Neuquén se queda sin chacras: se perdieron 150 hectáreas en un año

La falta de rentabilidad y el avance urbano llevó a los productores a lotear sus tierras. Historias de quienes cambiaron la fruta por el negocio inmobiliario.

 

 

Los últimos cuadros de manzanas se convierten en manzanas, pero de esas que se llenan de casas. Según el último anuario del Senasa, entre 2014 y 2015 se perdieron en Neuquén cerca de 150 hectáreas en producción, una caída del 36%.

Las zonas rurales por excelencia casi desaparecieron. En Confluencia, las acequias se convierten en cordones cunetas. En Valentina Norte las plantas de frutales se reemplazaron por postes de luz . Sólo en Valentina Sur quedan algunos productores aferrados a su tierra.

En el último anuario estadístico de Senasa, que publicaron hace unos meses, los números muestran que las hectáreas de fruta de pepita bajaron de 406 que había en 2014, a 260 hectáreas en 2015.

A su vez, si se lo compara con otras localidades, Neuquén es la que más hectáreas perdió superando a Plottier, que durante años fue líder en este segmento. Esta última, en el periodo 2014-2015, registró solo un 8,8% menos de hectáreas.

Ángel Casagrande contó que su abuelo llegó de Italia y emparejó el monte de Confluencia para plantar 9 hectáreas de fruta de pepita. Desde 1945 hasta ahora estuvo en producción, pero la familia decidió vender por la poca rentabilidad.

Los Casagrande trabajaron hasta el 2013. “Poníamos plata y no sacábamos nada”, dicen. Ángel recuerda que cuando era chico, en Confluencia, había algo más de 300 hectáreas en producción y había unos 20 propietarios.

Desde el 2000 los loteos avanzan en la zona y en la actualidad solo produce la firma Cervi. A Ángel le costó tomar la decisión de vender. “Es una pena. A uno le duele ver la chacra desarmada, pero lo económico lleva a esto. La aguantamos diez años mal y no dio para más”, dijo.

Las dos Valentinas

Las Valentinas limitan con Plottier y muchas veces las fronteras fueron difusas. Esa unión marcó el inicio de las urbanizaciones.

Oscar Martín es miembro de una familia tradicional de productores. “Valentina Norte quedó encerrada entre la urbanización de Neuquén y Plottier y se hizo difícil producir, sobre todo por la pérdida de seguridad”, explicó.

La cultura productora se perdió con más fuerza en Valentina Norte, donde la llegada del Aeropuerto, después la Cuenca XV y luego del Golf Club, marcaron el ocaso de la fruta.

“Yo tengo chacras en las dos Valentinas. En Valentina Norte decidí lotear porque no se puede seguir. En la Sur todavía producimos, es la única chacra orgánica de la jurisdicción de Neuquén”, dijo Martín.

En Valentina, el boom loteador de los años 90 impuso barrios en las chacras. El desarrollo de Las Perlas y el trazado de la ruta 22 hoy la tienen rodeada y emprendimientos como Talzauber quedaron en el medio.

Juan José Ferri contó que con su mujer hace 20 años perdieron todo y decidieron empezar de nuevo con la marca de dulces Talzauber. Primero en la chacra tenían cerdos, después fruta fina. “Siempre fuimos unos apasionados por producir. Pero las cosas se complicaron con un embargo y hace diez años decidimos urbanizar”.

Juan José cuenta que lotear la chacra les permitió apostar a la fábrica y avanzar con inversiones. “Hay un dato estadístico que dice que por cada hectárea urbanizada se pierden 25 de producción, por el impacto ambiental”, contó.

 

Los números

“Estábamos siempre con la frazada corta. Loteamos una parte de la chacra y hoy nos saneamos. Antes pagábamos para trabajar”.

Juan José Ferri, dueño de la firma Talzauber, que creó un barrio privado.

En la última década, la zona de los valles neuquinos perdió 800 hectáreas de producción de fruta de pepita.

Se planta cada vez menos

 

 

 

La localidad ubicada la vera del río Neuquén sumó casi la misma cantidad de hectáreas productivas que perdió Neuquén.

En Centenario, la fruta crece

 

Datos

36%
de las tierras productivas de Neuquén se perdieron en un año. Los loteos explican la mayor parte de la merma.
8,8%
fue la caída en Plottier, localidad que lideró el ranking en los últimos años.
2.653
son las hectáreas productivas de El Chañar, la localidad neuquina de la Confluencia con mayor cantidad de tierras en producción.
“Estábamos siempre con la frazada corta. Loteamos una parte de la chacra y hoy nos saneamos. Antes pagábamos para trabajar”.

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