Desafío: convertir el desierto en un polo de desarrollo agrario

Encontrarle el perfil productivo a la comarca petrolera es uno de los desafíos más grandes que las autoridades, instituciones y vecinos han tenido a lo largo de la historia de las dos ciudades. Y pese a todas las dificultades, no se resignan a bajar los brazos.

En esa búsqueda existe una alternativa que se rescató del olvido. Se abrieron carpetas y biblioratos y se reactualizó un proyecto que propone poner en disponibilidad cerca de 450 hectáreas fiscales para la producción agraria.

Podría ser maíz, hortalizas, pasturas, alternativas unas u otras o cualquier otro cultivo que sea viable.

Tiene dos ejes determinantes: usar el ducto Los Barreales y capitalizar el gas remanente, de manera gratuita para los emprendedores, y fomentar la instalación de invernaderos.

La propuesta no es del todo nueva. Hace casi dos décadas existió una iniciativa para poner hectáreas bajo riego como parte de una “reconversión productiva” para las dos ciudades, que venían de dos manifestaciones sociales motivadas por los procesos de privatización que tuvieron las empresas estatales YPF y Gas del Estado.

La construcción del acueducto desde el lago Los Barreales, denominado “San Isidro Labrador”, tenía originalmente como finalidad la llegada de agua cruda para la producción.

El paso de los años y las diferentes administraciones provinciales y municipales hicieron que ese objetivo virara hacia el “agua potable”, para poder garantizar así a los vecinos de las dos localidades este servicio que siempre fue escaso.

Sin embargo, los dirigentes de la Cámara de Comerciantes e Industriales de Cutral Co y Plaza Huincul “desempolvaron” el proyecto y comenzaron hace poco tiempo a realizar una ronda de reuniones para poner nuevamente en agenda la iniciativa.

“Dentro de las distintas inquietudes que empezamos a manejar, una de las que nos pusimos a ver es el estado de situación y qué se podía hacer con esa alternativa”, dijo el presidente de la entidad, Carlos Arens.

Los dirigentes se propusieron dos cuestiones: recuperar parte del agua que se trae desde el ducto Los Barreales y el gas para invernadero.

El fluido sería el “remanente” que se dispuso y que está en el acuerdo de extensión de concesión a las empresas petroleras. Y recordaron que ese cupo debía estar destinado a las poblaciones afectadas por el proceso de privatización.

“Son temas que quedaron sin llevarse a cabo. Una promesa concreta en ese entonces, fue un convenio de extensión de Loma La Lata, que fijaba un cupo de gas cuya importancia radica en que permitía crear alternativas de diversificación económica”, describió desde la Cámara de Comerciantes José Sapag.

Como parte de la ronda de conversaciones puesta en marcha, desde la entidad se invitó al ministro de Producción e Industria, Facundo López Raggi, para que recorra el lugar.

Tierras en la mira

El acueducto tiene capacidad para aumentar su caudal

El ducto que trae el agua de Los Barreales es decisivo en el proyecto, porque se requiere que una parte sea destinada al riego.

El tramo de tierra a regar comienza en el nodo del ducto, hacia el este.

“Está a cuatro kilómetros al este del barrio Uno (en Plaza Huincul). En ese punto se observa que las tierras llegan hasta el lado de la denominada Laguna Colorada y sigue en dirección a Challacó, unos cinco kilómetros, cubriendo un área de tierra fiscal que totalizan las 450 hectáreas aproximadamente que podrían ser usadas de inmediato”, describió José Sapag.

Después de transitar 40 kilómetros desde el lugar de captación en el lago, el caño trae de 650 a 700 metros cúbicos por hora. Pero su capacidad podría ser ampliada hasta los 6.000 metros cúbicos por hora.

“La idea de impulsar un proyecto productivo de parte de la Cámara de Comerciantes es poner en valor ese acueducto, que está transportando un sexto de la capacidad que tiene y que se utiliza para las ciudades”, remarcaron.

No se busca restar el líquido que hoy –esos 700 metros cúbicos hora– se destinan al consumo de la población de ambas ciudades, sino aprovechar al máximo esa obra que demandó una inversión cercana a los 232 millones de pesos y está en marcha desde 2014.

Aunque la traza original buscaba que se pusiera bajo riego la zona de Monte Hermoso (en las afueras de Cutral Co) y Filli Dei, se espera que también se pueda utilizar el “nodo” del acueducto para este sector, que quedó muy cerca de Plaza Huincul, paralelo a la Ruta Nacional 22 hacia el norte .

“Hay que sumar la inversión privada”

450: hectáreas serían alcanzadas por el desarrollo agrícola, con cultivos al aire libre y también bajo cubierta.
40: kilómetros hay desde la toma en el lago Los Barreales y el nodo del sistema, al este del casco urbano de Plaza Huincul.; “El punto de partida para saber qué producir vendrá después del análisis que se haga desde Producción sobre las 450 hectáreas. El paso siguiente es convocar a inversores, de preferencia locales, para que lo lleven adelante. La intención es aprovechar parte del agua de Los Barreales”, dijo el ministro Facundo López Raggi.; “Estamos atrás de la búsqueda de esa oportunidad y claramente ahí existe, porque hay una inversión muy importante que ya está hecha por la provincia con la conexión al ducto”, añadió.; Dos cuestiones ya están disponibles, la tierra y el agua, más allá de las obras que se requieran específicamente, por lo que se debe avanzar en el análisis de cuántas de las 450 hectáreas podrían ser utilizadas para la siembra.; “Lo que sí queremos hacer es empujarlo para que con inversiones privadas se lleve adelante una producción, que arrancaría con un esquema de pastura o forrajes, para ir mejorando el suelo, como se hace en la mayoría de las tierras vírgenes”, explicó.; Al hablar de tiempos o plazos, el ministro López Raggi indicó que en base al “conocimiento de las características del suelo y las posibilidades reales de tener el agua, podríamos definirlo en el corto tiempo”.